Mohamed Abu al-Qumsan acababa de recoger los certificados de nacimiento de sus mellizos recién nacidos cuando se enteró de que habían muerto, junto con su esposa y la madre de ésta, en un ataque israelí contra el apartamento de Gaza donde se refugiaban.
Agitó los documentos plastificados, que supuestamente significan una alegría poco frecuente en el asediado enclave palestino, mientras un hombre le abrazaba mientras lloraba en el depósito de cadáveres al que habían llevado sus cuerpos.
"Mi mujer ha desaparecido, mis dos bebés y mi suegra. Me han dicho que ha sido un proyectil de tanque contra el apartamento en el que estaban, en una casa a la que nos han desplazado", dijo Abu al-Qumsan, de 31 años, recordando la devastadora llamada telefónica de gente del vecindario.
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Él y otras personas llevaban a su hijo y a su hija, Asser y Ayssel, envueltos en sudarios blancos, algo habitual en Gaza, donde la campaña terrestre y aérea de Israel ha obligado a cientos de miles de personas a desplazarse periódicamente en busca de refugio.
Un hombre rezaba mientras colocaban los cadáveres en la parte trasera de un vehículo y se congregaba una multitud que miraba desde el balcón de una de las salas de urgencias desbordadas de Gaza, en el Hospital de los Mártires de al-Aqsa de Deir al-Balah, en el centro de la franja costera.
Diez meses después del estallido de la guerra de Gaza, los ataques aéreos, los proyectiles de artillería y la grave escasez de medicamentos, alimentos y agua potable han puesto de rodillas a uno de los lugares más densamente poblados del mundo.
"Hoy ha quedado registrado en la historia que el ejército de ocupación ataca a niños recién nacidos de apenas cuatro días, mellizos junto con su madre y su abuela", ha dicho el médico del hospital Jalil al-Daqran.
Israel afirma que hace todo lo posible por evitar víctimas civiles y acusa a su archienemigo Hamás de utilizar escudos humanos, acusaciones que los milicianos niegan.
El grupo miliciano palestino respaldado por Irán inició el conflicto con una incursión transfronteriza en Israel el 7 de octubre, en la que mató a 1.200 personas y tomó a más de 250 como rehenes, según los recuentos israelíes.
Israel contraatacó con una ofensiva que ha causado casi 40.000 muertos y más de 92.000 heridos, según los recuentos israelíes, y ha reducido a escombros gran parte de Gaza.
Con información de Reuters
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