El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió el lunes de que el último intento de lograr un alto el fuego en Gaza y un acuerdo para la liberación de rehenes era probablemente la mejor y posiblemente la última oportunidad, instando a Israel y Hamás a alcanzar un acuerdo difícil de alcanzar.
El grupo islamista palestino Hamás ha puesto en duda las posibilidades de llegar a un acuerdo desde que la semana pasada se interrumpieran las conversaciones en Qatar sin lograr ningún avance, pero las negociaciones se reanudarán esta semana sobre la base de una "propuesta puente" de Estados Unidos.
Blinken se reunió el lunes con el presidente israelí, Isaac Herzog, antes de reunirse con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, mientras en Gaza las fuerzas israelíes se adentraban aún más en Jan Yunis, según varios residentes, en la última fase de su asalto.
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"Este es un momento decisivo, probablemente la mejor, tal vez la última oportunidad para llevar a los rehenes a casa, para conseguir un alto el fuego y para poner a todos en un mejor camino hacia la paz y la seguridad duraderas", dijo Blinken a los periodistas antes de reunirse con Herzog.
Meses de conversaciones intermitentes han girado en torno a las mismas cuestiones: Israel afirma que la guerra solo puede terminar con la destrucción de Hamás como fuerza militar y política, y Hamás dice que solo aceptará un alto el fuego permanente, y no temporal.
Hay desacuerdos sobre el mantenimiento de la presencia militar israelí en Gaza, sobre todo en la frontera con Egipto, sobre la libre circulación de palestinos por el territorio y sobre la identidad y el número de presos que deben ser liberados en un canje.
Hamás acusó el domingo a Netanyahu de "frustrar los esfuerzos de los mediadores", y Turquía anunció, tras reunirse con enviados de Hamás, que el grupo gobernante de Gaza le había dicho que los representantes estadounidenses estaban "pintando una imagen demasiado optimista" de las conversaciones.
"Estamos llevando a cabo negociaciones y no un escenario en el que solo damos y damos", dijo Netanyahu el domingo ante el gabinete israelí, según su oficina.
La guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre del año pasado, cuando hombres armados de Hamás irrumpieron a través de la frontera en comunidades israelíes, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, la campaña militar israelí ha arrasado grandes extensiones de Gaza, expulsando de sus hogares a casi todos sus 2,3 millones de habitantes, provocando hambrunas y enfermedades mortales y matando al menos a 40.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas.
La principal agencia de la ONU en Gaza, UNRWA, dijo el lunes que 207 de sus empleados habían muerto desde que comenzó la guerra. "Eran ingenieros, profesores, personal médico. Eran trabajadores humanitarios", dijo la UNRWA en un comunicado.
RIESGO DE ESCALADA
El conflicto ha puesto en vilo a toda la región de Oriente Próximo, desencadenando meses de enfrentamientos fronterizos entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá, apoyado por Irán, y amenazando con una escalada más amplia que atraiga a las principales potencias.
Blinken advirtió contra cualquier provocación. "También es el momento de asegurarse de que nadie da ningún paso que pueda hacer descarrilar este proceso, y por eso estamos trabajando para asegurarnos de que no hay escalada, de que no hay provocaciones".
Poco después de que Blinken llegara a Israel el domingo, una bomba explotó cerca de una sinagoga de Tel Aviv, matando a la persona que la llevaba e hiriendo a un transeúnte, según informó la policía israelí.
El ejército israelí dijo que el lunes se habían producido más ataques de drones de Hezbolá en el norte del país, cerca de la frontera con Líbano. Blinken se reunirá con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tras entrevistarse con Netanyahu.
En los últimos combates en Gaza, los avances militares israelíes al norte de Jan Yunis alcanzaron el lunes la carretera costera, cortando de hecho el acceso entre la ciudad y las zonas situadas al norte, según manifestaron los residentes. Afirmaron que se oían fuertes enfrentamientos.
Israel también intensificó sus bombardeos sobre los suburbios de la ciudad de Gaza durante la noche, pero no hubo informes iniciales de víctimas.
Con información de Reuters
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