Orsi, el candidato presidencial uruguayo favorito en las encuestas que promete una "izquierda moderna"

24 de octubre, 2024 | 08.08

El líder de la oposición de centroizquierda de Uruguay, Yamandú Orsi, quien forjó sus ambiciones políticas durante su adolescencia en plena dictadura, es el favorito en las encuestas para ganar la primera ronda en las elecciones presidenciales del domingo.

Orsi, un exprofesor de historia y alcalde local de 57 años, aspira a desbancar al bloque conservador gobernante. Los sondeos previos a la elección sugieren que ganará la primera vuelta, pero es probable que los votos no le alcancen para evitar un balotaje que promete ser muy reñido.

Orsi ha intentado tranquilizar a los votantes asegurándoles que no planea un cambio político brusco en el país de 3,5 millones de habitantes, tradicionalmente moderado y relativamente rico.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Pero afirma que quiere introducir "una izquierda moderna" que para hacer frente a la falta de vivienda, pobreza y delincuencia, una de las grandes preocupaciones de la población.

La tasa de pobreza es una de las más bajas de la región y este año volvió a los niveles anteriores al COVID, aunque organizaciones no gubernamentales afirman que sigue afectando desproporcionadamente a los niños.

"El destino y el futuro de este país tiene que cambiar", sostuvo Orsi en una entrevista con Reuters la semana pasada en Montevideo, y afirmó que la coalición de centroizquierda Frente Amplio que representa tiene la fuerza para impulsar ese cambio mediante un equilibro diferente entre el bienestar social y el crecimiento económico.

Orsi cuenta con el respaldo del icono de la izquierda José "Pepe" Mujica, un exguerrillero que fue presidente entre 2010 y 2015, pero también de grupos moderados a los que les gusta su tono amigable con los mercados. A diferencia de muchos otros países de la región, Uruguay rara vez ha tenido una política divisiva.

"Yo soy de izquierda, claro", dijo Orsi. "Pero en Uruguay la izquierda ha tenido muchas facetas".

Como alcalde de Canelones, la segunda región más grande del país, sedujo a posibles inversores y alivió la burocracia local para atraer a empresas internacionales como Google, con cierto éxito. Afirmó que planea evitar las subidas de impuestos a pesar del creciente déficit y centrarse en cambio en estimular un crecimiento más rápido.

Las encuestas muestran a Orsi muy por delante en las elecciones del 27 de octubre, en las que enfrentará al candidato de la coalición conservadora gobernante, Álvaro Delgado, y al también conservador Andrés Ojeda, del Partido Colorado.

Es probable que los votantes de Delgado y Ojeda unan sus fuerzas en una posible segunda vuelta, como ocurrió en la última contienda de 2019.

CAMBIO GENERACIONAL, ESTILO "FOLKLÓRICO"

La popularidad de Orsi no es universal.

Algunos votantes consultados por Reuters se mostraron preocupados por su indecisión y "falta de ideas".

Otros resaltaron que fuera moderado y "abierto al diálogo", mientras que sus colegas políticos dijeron que representaba un "cambio generacional" en la izquierda latinoamericana, para equilibrar las necesidades empresariales y el bienestar social.

"Ha hecho una experiencia práctica muy importante", dijo Mujica, ahora de 89 años, en una entrevista con Reuters a principios de año refiriéndose a Orsi, a quien defendió como constructor de puentes políticos.

"Tiene un buen talante para soportar diferencias y seguramente va a construir equipo (...) por eso lo apoyamos", agregó.

Algunos votantes han señalado el estilo informal y "folklórico" de Orsi, que en parte refleja el de Mujica, conocido por su forma de vida humilde que incluye el haber conducido un viejo VW escarabajo para ir a trabajar durante toda su presidencia.

Orsi es fotografiado a menudo llevando un mate, paseando a su perro y vistiendo de manera informal. Ha dicho que, al igual que Mujica, no vivirá en la residencia presidencial si es elegido.

Orsi, quien creció en una zona rural de Canelones donde sus padres regentaban un pequeño almacén de comestibles, afirma que la política nunca formó parte de su vida familiar. Pero tras las elecciones de 1984, que marcaron la restauración de la democracia, se vio inmerso en ese mundo.

"La política era mala palabra (...) porque estábamos en dictadura", dijo refiriéndose al gobierno cívico-militar de Uruguay (1973-1985), una de las varias dictaduras de la época en Sudamérica. Orsi tenía 17 años cuando volvieron las elecciones.

"Entonces esa bocanada de oxígeno te inundaba y bueno, ahí quedó como una tarea permanente".

Con información de Reuters