Los fiscales ucranianos afirman haber examinado los restos de 21 de los cerca de 50 misiles balísticos norcoreanos lanzados por Rusia entre finales de diciembre y finales de febrero, en un intento de evaluar la amenaza que supone la cooperación de Moscú con Pionyang.
En detalles no publicados anteriormente de una investigación en curso sobre los misiles, la oficina del fiscal superior de Ucrania, Andriy Kostin, también dijo a Reuters que la tasa de fallos del armamento norcoreano parecía ser alta.
"Aproximadamente la mitad de los misiles norcoreanos perdieron sus trayectorias programadas y explotaron en el aire; en esos casos no se recuperaron los restos", dijo la oficina de Kostin en respuestas escritas a las preguntas de Reuters.
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Los misiles norcoreanos representan una ínfima parte de los ataques de Rusia durante su guerra contra Ucrania, pero su presunto uso ha causado alarma desde Seúl hasta Washington porque puede anunciar el fin de casi dos décadas de consenso entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para impedir que Pionyang amplíe sus programas nuclear y de misiles balísticos.
Además de proporcionar a Corea del Norte la oportunidad de probar misiles, Rusia ha tomado medidas que dificultarán a las Naciones Unidas el seguimiento de las sanciones impuestas a Pionyang en 2006.
El mes pasado, Moscú vetó la renovación anual de los supervisores de sanciones de la ONU —conocidos como panel de expertos— que durante 15 años han supervisado la aplicación de las sanciones de la ONU a la República Popular Democrática de Corea (RPDC), nombre oficial de Corea del Norte.
China, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad junto con Rusia, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, se abstuvo en la votación.
Días antes de que expirara su mandato, el grupo presentó un informe que confirmaba por primera vez que, en violación de las sanciones de la ONU, un misil balístico de fabricación norcoreana conocido como Hwasong-11 había impactado en la ciudad ucraniana de Járkov.
Según Edward Howell, experto en Corea del Norte de la Universidad de Oxford, este hecho y el veto de Moscú ponen de relieve cómo Rusia y Corea del Norte han intensificado sus relaciones bilaterales más allá de los acuerdos de trueque, en gran medida transaccionales.
"Hay un legado duradero que se está configurando ahora, que es el hecho de que Corea del Norte, al tener asegurado el apoyo de Rusia, está siendo realmente capaz de socavar instituciones internacionales clave como el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo.
La presidencia rusa remitió las preguntas sobre los misiles norcoreanos al Ministerio de Defensa ruso, que no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico por Reuters. La misión de Corea del Norte ante las Naciones Unidas en Ginebra tampoco respondió.
DECENAS DE MUERTOS Y HERIDOS
A pesar del revés en las Naciones Unidas, Kostin ha dicho que su oficina seguirá adelante con la investigación.
La fiscalía dijo que cuando no se pudieron recoger restos en los lugares de impacto, se identificaron los misiles Hwasong-11, también llamados KN-23 en Occidente, observando sus trayectorias de vuelo, velocidad y lugares de lanzamiento.
El último uso registrado de un KN-23 fue el 27 de febrero, según la fiscalía, que añadió que el número total de lanzamientos identificados coincidía con los datos de inteligencia según los cuales Corea del Norte había enviado unos 50 misiles balísticos a Rusia.
Según Estados Unidos, Rusia recibió misiles balísticos y proyectiles de artillería de Corea del Norte después de que el líder del país, Kim Jong-un, se reuniera con el presidente ruso, Vladimir Putin, en una cumbre poco habitual el pasado septiembre.
Entre los 21 casos, en los que se recogieron restos, hay tres que fueron disparados contra la capital ucraniana, Kiev, y su región circundante, dijo la oficina de Kostin. Los otros golpearon las regiones de Járkov, Poltava, Donetsk y Kirovogrado.
Los ataques, que comenzaron el 30 de diciembre de 2023, mataron a 24 personas, hirieron a 115 y dañaron varios edificios residenciales e instalaciones industriales, añadió.
Los cerca de 50 misiles fueron lanzados desde múltiples emplazamientos, incluidos los de las regiones occidentales rusas de Bélgorod, Voronezh y Kursk, añadió.
El comunicado ucraniano no precisó si alguno de los misiles había sido derribado por las defensas antiaéreas. Los misiles balísticos suelen ser difíciles de interceptar debido a su trayectoria y velocidad.
Según la oficina de Kostin, las autoridades ucranianas seguían investigando si Pionyang había enviado instructores para supervisar los lanzamientos de misiles balísticos.
Con información de Reuters