El canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió el martes contra el nacionalismo en el este del país en la ceremonia de colocación de la primera piedra de una planta de semiconductores en Dresde, advirtiendo de que tal resentimiento pone en peligro las inversiones en tecnologías clave para el futuro.
"Seguimos necesitando una Alemania proeuropea y abierta al mundo, en lugar de nacionalismos y resentimientos", dijo Scholz en un discurso pronunciado en el lugar donde se construirá la planta de 10.000 millones de euros (11.080 millones de dólares) proyectada con el gigante taiwanés de los chips TSMC y otros inversores.
"La apertura al mundo y la confianza, si preservamos esto, si lo defendemos, entonces esta gran inversión ciertamente no será la última que experimentemos en Silicon Saxony y en el este de Alemania", dijo.
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La industria alemana del chip tiene su sede en el estado oriental de Sajonia, donde el creciente apoyo a los partidos populistas, incluido el ultraderechista AfD, ha puesto nerviosos a los principales partidos y ejecutivos antes de las elecciones locales previstas para el 1 de septiembre.
Scholz describió los semiconductores como cruciales para la supervivencia industrial y los objetivos climáticos del país, y subrayó la importancia de impulsar la producción en Alemania para reducir la dependencia europea de otros dentro de las cadenas de suministro globales.
(1 dólar = 0,9029 euros)
Con información de Reuters