Presidenta moldava Sandu promete traer el cambio tras su ajustada victoria en la segunda vuelta

04 de noviembre, 2024 | 11.36

La presidenta moldava, Maia Sandu, prometió introducir cambios tras ganar por un estrecho margen la segunda vuelta de las elecciones, lo que supone un reconocimiento de la frágil posición que ocupan sus fuerzas prooccidentales antes de los comicios parlamentarios clave del próximo año.

Sandu, que ha presionado para que el país exsoviético se incorpore a la Unión Europea, derrotó a un ex fiscal general respaldado por un partido tradicionalmente prorruso en una votación empañada por las acusaciones de injerencia electoral de Moscú, que éste niega.

Sandu, que obtuvo el 55,33% de los votos, sólo ganó gracias al fuerte apoyo de los moldavos que votaron desde el extranjero. Dentro del país, perdió por un estrecho margen.

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"Comprendo perfectamente que este voto también se ha visto impulsado por la necesidad de cambios, cambios que la sociedad ha estado esperando. Quiero que sepan que he escuchado todas las voces, incluidas las críticas", dijo Sandu en su discurso de victoria.

Se comprometió a ser una "presidenta para todos ustedes", pidiendo a los ciudadanos que dejen a un lado sus rencores e insatisfacciones y se unan para proteger al país, que, según ella, fue objeto de injerencias masivas en las elecciones.

El Partido Socialista, que apoyó a su rival en la contienda, Alexandr Stoianoglo, declaró que no considera legítimo su mandato, calificándola de "presidenta de la diáspora" y denunciando a su vez una falsificación generalizada.

Funcionarios policiales y de seguridad aseguran que se invirtieron millones de dólares en comprar votos, como parte de un complot de Moscú y del oligarca prorruso prófugo Ilan Shor para desvirtuar los comicios. Shor también niega haber cometido delito alguno.

La victoria de Sandu provocó un suspiro de alivio en Bruselas, una semana después de que Georgia, otro país exsoviético que aspira a ingresar en la UE, reeligiera a un partido gobernante considerado en Occidente cada vez más prorruso.

(Reporte adicional de Felix Hoske en Chisinau y Lili Bayer en Bruselas; editado en español por Carlos Serrano)