Turistas y pobladores del puerto mexicano de Acapulco, fueron evacuados esta mañana en tres vuelos que partieron de esa terminal aérea, tras el paso del huracán Otis que con una categoría 5 y vientos superiores a 270 kilómetros por hora fue el más potente que tocó tierra en el estado de Guerrero, dejando un saldo de 27 muertos y cuatro desparecidos.
"Ya se restableció el aeropuerto de Acapulco para un puente aéreo (...) con vuelos diurnos de líneas comerciales para evacuar turistas y población local, y van a llegar médicos especialistas", detalló el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval durante una conferencia de prensa brindada esta mañana.
Los primeros tres vuelos para evacuar a turistas y algunos pobladores salieron a partir de las 8:00 local (11 hora argentina) y salieron de la pista de la terminal aérea que pese al paso del huracán Otis no registraba mayores afectaciones.
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"Estamos muy felices y contentos, agradecidos con la vida que nos da la oportunidad de continuar", señaló Clara Elena Albo, quien vive en la capital mexicana y se encontraba de vacaciones con su marido, según consignó un despacho de la agencia AFP.
La cifra oficial de muertos, víctimas del paso del huracán es de 27, mientras sigue la búsqueda de cuatro desaparecidos, tres de ellos de la Marina.
"Lamentablemente hubo pérdida de vidas humanas (...) pero no fueron tantos ante un fenómeno tan fuerte y tan impactante", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, el papa Francisco envió un telegrama en el que expresa sus condolencias y ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que pide al señor que hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos", según informó el Vaticano.
Otis, que la madrugada del miércoles llegó como categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora, es el huracán más poderoso que ha golpeado al estado de Guerrero, en la costa del Pacífico, además de que se fortaleció en pocas horas.
También se registran daños en un 80% de los hoteles de este puerto que vive esencialmente del turismo, además de que ha dejado numerosos comercios y casas en ruinas y calles inundadas de barro y de árboles y postes caídos.
Gran parte del Acapulco permanecía sin luz ni telefonía, además de que escasean los alimentos, hecho que provocó el saqueos de supermercados.
En octubre de 1997, Paulina, de categoría 4, golpeó las costas de Guerrero y de estados vecinos con un saldo superior a los 200 muertos.
Con información de Télam