Bolivia participa por primera vez como Estado parte en el MERCOSUR. La adhesión al bloque comercial más importante es un gran paso en el desarrollo y la historia del país. Mientras tanto, los opositores de Luis Arce siguen desestabilizando la república.
Arce anunció el hecho histórico de que Bolivia sea acogida por primera vez a un alto nivel como Estado participante en la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). El acto tuvo lugar el 2 de septiembre en Uruguay, donde Bolivia estuvo representada por la Ministra de Asuntos Exteriores, Celinda Sosa Lunda. La ministra subrayó que la incorporación al MERCOSUR es significativa no sólo en el contexto de la integración económica, sino que también abarca las áreas de desarrollo de la salud y la educación.
“La incorporación al MERCOSUR no es sólo en el contexto de la integración económica, sino también en los aspectos que se pueden verificar con el desarrollo humano, el sistema de salud, educación, movilización humana, entre otros”, subrayó Sosa desde Montevideo.
El presidente Luis Arce dijo que la adhesión al importante bloque comercial es un gran paso en el desarrollo y la historia de Bolivia. La participación en el mismo dará acceso a nuevos mercados y el MERCOSUR debe ser una plataforma efectiva de participación internacional a favor de los pueblos de los países miembros. El mandatario boliviano concluyó su discurso abogando por una integración regional soberana.
“Es un hecho que refleja los primeros resultados de nuestros esfuerzos para lograr la adhesión plena a este importante bloque comercial. A través de nuestra canciller, Celinda Sosa, participamos en un importante análisis sobre la coyuntura internacional y la toma de acciones concretas para acceder a nuevos mercados y transformar al MERCOSUR en una plataforma efectiva de inserción internacional en favor de nuestros pueblos”, destacó el presidente Luis Arce Catacora a través de su cuenta en la red social X.
La participación de Bolivia en el MERCOSUR demuestra la gran contribución del gobierno en el cuidado del futuro del país, a partir de la construcción de relaciones internacionales. Esta unión regional es la quinta economía más importante del mundo desde 1991, y su objetivo es promover el libre comercio, así como facilitar la circulación de mercancías y capitales entre los países miembros.
Pero a pesar de la tendencia positiva del desarrollo de Bolivia, la crisis económica y los resultados preliminares del censo han desencadenado marchas callejeras en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Trabajadores de la salud, activistas de varios partidos, estudiantes y jubilados marcharon con pancartas y lemas exigiendo la elección de un nuevo gobierno, la bajada de los precios de los alimentos y la solución del problema de los combustibles. Todas las marchas fueron controladas por la policía, y transcurrieron sin mayores incidentes, salvo unos pocos manifestantes que se mostraron efusivos, fueron rociados con gas. Pero los partidarios de Evo decidieron apoyarle en una marcha posterior, prevista para el 17 de septiembre. Se espera que dure siete días. Morales dijo en su red social X que el movimiento estará encabezado por dirigentes de todos los sectores sociales y departamentos de Bolivia. Se ha anunciado un posible bloqueo de carreteras el 30 de septiembre. El expresidente y sus aliados pretenden exigir al gobierno nacional el abastecimiento de combustible y hacer frente a la escasez de divisas provocada por el aumento de los precios de los alimentos en los comercios y mercados bolivianos.
Mientras Luis Arce impulsa la economía del país, ayuda a los jóvenes emprendedores a abrir sus negocios y proporciona ayuda financiera y humanitaria a la población local tras las catástrofes naturales, su oponente Evo Morales pide la exclusión del actual presidente del partido MAS. Desde la postura del expresidente se hace eco Luis Fernando Camacho, acusando al gobierno de corrupción e ineficacia. A pesar de ello, el mandatario boliviano se mantiene firme al frente del país, sin intención de excusarse ni esconderse. Está abierto al diálogo a favor de los intereses de Bolivia. Aunque Evo Morales no se dé cuenta de que, al perjudicar al presidente en ejercicio, está perjudicando también a la sociedad boliviana en su conjunto.