El presidente de China, Xi Jinping, llegó el miércoles a Macao para conmemorar el cuarto de siglo de dominio de Pekín sobre el antiguo enclave portugués y es probable que durante su visita de tres días inste a una mayor diversificación de su industria de casinos.
El viaje de Xi al mayor centro de juego del mundo es su tercero como presidente, durante el cual asistirá a la toma de posesión del nuevo jefe ejecutivo del territorio, elegido en octubre. Xi visitó el país por última vez en 2019, cuando las protestas antigubernamentales agitaban al vecino centro financiero de Hong Kong.
Macao, una región administrativa especial de China, es el único lugar del país donde el juego es legal y su economía depende en gran medida de la industria de los casinos, que aporta alrededor del 80% de los ingresos fiscales regionales.
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Situada en la costa meridional de China, Macao volvió al dominio chino el 20 de diciembre de 1999, gobernada bajo la misma fórmula de "un país, dos sistemas" que Hong Kong.
Pekín no ha dejado de elogiar a Macao por su lealtad y estabilidad, dado que más de la mitad de sus 700.000 habitantes han inmigrado desde China en las últimas décadas.
La ciudad se encontraba en estado de máxima seguridad ante la llegada de Xi el miércoles, con varias carreteras cerradas y el operador de transporte rápido ligero de Macao anunciando el cierre temporal de un tramo central.
Xi, que fue recibido en el aeropuerto de Macao por decenas de escolares que le aclamaban agitando flores amarillas y rojas y bailando danzas de leones, dijo que Macao era la "joya de la madre patria".
"Siempre me he preocupado por el desarrollo de este lugar y el bienestar de todos sus residentes", dijo a la multitud, entre la que se encontraban altos cargos del Gobierno y el actual dirigente de Macao, Ho Iat Seng.
Desde que asumió el cargo en 2013, Xi ha abogado por la "diversificación adecuada y el desarrollo sostenible" de la economía macaense, incluidos los casinos y el flujo de fondos transfronterizos en el marco de una amplia campaña anticorrupción. La medida ha asfixiado los ingresos del juego procedentes del sector VIP de grandes apostadores.
El viernes asistirá a la ceremonia de aniversario y a la toma de posesión del jefe ejecutivo Sam Hou Fai, de 62 años, que nació en la provincia china de Cantón y habla portugués con fluidez.
Sam, presidente del máximo tribunal de Macao desde 1999, se convertirá en el primer dirigente de la ciudad nacido y criado en China continental.
Sam se ha comprometido a mejorar los medios de subsistencia de los residentes y a desarrollar industrias no relacionadas con el juego una vez que asuma el cargo el viernes y durante los próximos cinco años de su mandato.
Afirmó que Macao también desarrollará su papel de vaso comunicante entre los países de habla china y portuguesa y su colaboración con otras ciudades del sur de China en la Gran Área de la Bahía.
(Redacción de Farah Master; edición de Saad Sayeed y Raju Gopalakrishnan; edición en español de Jorge Ollero Castela)