Dos represas se rompieron a causa de las lluvias torrenciales y arrasaron con la ciudad de Derna, al este de Libia, de tan sólo cien mil habitantes. Hasta ahora, se presume que hay unas 2.300 personas fallecidas, unas 7 mil heridas y más de cinco mil que están desaparecidas, aunque la Cruz Roja, estimó que podrían ser hasta diez mil. La tragedia golpea al país en medio de una crisis política -que lleva más de diez años- en un país cuyo territorio está dividido y hay prácticamente dos gobiernos paralelos: uno designado por el Parlamento en Trípoli y liderado por Fathi Bashagha, primer ministro interino del Gobierno de Estabilidad Nacional o de Acuerdo Nacional; el otro es respaldado por la ONU y liderado por el primer ministro Abdelamid Dabieba, quien encabeza el Gobierno de Unidad Nacional y ha asegurado que solo traspasará el poder a un ejecutivo electo, a pesar de la expiración de su mandato.
La situación política actual, la presencia militar extranjera (como los mercenarios del Grupo Wagner y militares turcos), la lucha contra el terrorismo, la seguridad ciudadana y la protección de las fronteras son algunos de los problemas más complejos que enfrenta el país ubicado al norte de África, además de la tormenta Daniel.
En este caso, fue Usama Ali, portavoz de los servicios de emergencia del gobierno de Trípoli, quien indicó que las inundaciones causaron "más de 2.300 muertos" y unos 7.000 heridos, mientras que más de 5.000 personas están desaparecidas. En las imágenes que circulan se pueden ver varios edificios en las orillas de un río que colapsan y pequeñas casas que desaparecen entre las aguas crecidas después de que se rompieran dos represas, según consignó la agencia de noticias AFP.
En tanto, según las autoridades del este de Libia, las dos principales represas del río Wadi Derna se rompieron el domingo por la noche y provocaron riadas de lodo que destruyeron puentes y edificios a su paso, hasta desembocar en el Mediterráneo. Entre los fallecidos hay tres voluntarios de la Media Luna Roja libia que ayudaban a personas afectadas por la catástrofe, indicó la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR): "Las necesidades humanitarias superan por mucho las capacidades de la Media Luna Roja libia e incluso las capacidades del gobierno", advirtió Tamer Ramadán, jefe de la delegación de la FICR en Libia durante una conferencia de prensa.
Rutas cortadas, deslizamientos de tierra e inundaciones impedían que los servicios de emergencia llegaran a la población de las zonas afectadas, que tenía que recurrir a medios rudimentarios para recuperar los cadáveres y extraer a los supervivientes de entre el lodo. Hasta el momento, según se sabe, Derna y otras ciudades están aisladas del resto del país pese a los esfuerzos de las autoridades para restablecer las redes de telefonía móvil e internet, agregó la AFP.
La tormenta Daniel, calificada por los expertos como un fenómeno "extremo en términos de cantidad de agua caída", ya afectó en los últimos días Grecia, Turquía y Bulgaria. Desde el violento terremoto que sacudió la ciudad de Al Marj (este) en 1963, ésta es la peor catástrofe natural que azota esta zona del país. Entre las imágenes que circulan, algunas muestran decenas de cuerpos envueltos en mantas y sábanas en la plaza principal de Derna, a la espera de ser identificados e inhumados en Martouba, un pequeño pueblo a unos 30 kilómetros al sureste.
En tanto, el gobierno de Trípoli anunció el envío de dos aviones sanitarios y un helicóptero con 87 médicos, un equipo de socorristas y de investigación, así como técnicos para restablecer la corriente. Equipos de emergencia enviados por Turquía también llegaron a lo zona siniestrada, según informaron las autoridades.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Libia, Richard Norland, anunció que la embajada había emitido una "declaración de necesidades humanitarias que autorizará la financiación inicial" de su país para suministrar ayuda a los equipos de emergencia, según un mensaje en Twitter. La Unión Europea (UE) también se dijo dispuesta a enviar ayuda, según afirmó también en X el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrel.
El este de Libia alberga los principales yacimientos y terminales petrolíferas. La Compañía Nacional de Petróleo (NOC) ha declarado el "estado de máxima alerta" y "suspendido los vuelos" entre los centros de producción, donde la actividad se ha reducido drásticamente.
Con información de Télam