Treinta y nueve candidatos a las elecciones presidenciales de Sri Lanka presentaron sus candidaturas el jueves, mientras el país insular del océano Índico se prepara para una votación clave el 21 de septiembre para trazar su camino para salir de una dura crisis financiera.
Las elecciones serán los primeros comicios importantes de Sri Lanka desde que se quedó sin reservas de divisas, lo que provocó una caída libre de su economía y le obligó a dejar de pagar su deuda externa en 2022.
"La Comisión Electoral cree que obtendremos el apoyo de los partidos políticos, los medios de comunicación, la sociedad civil y el público para celebrar unas elecciones pacíficas y transparentes", dijo su presidente, R. M. Ratnayake, al aceptar las candidaturas.
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Dos monjes budistas figuraban entre los 40 candidatos —una de las cifras más altas registradas—, que se habían inscrito en la comisión electoral para participar en las elecciones, en las que pueden votar unos 17 millones de ciudadanos de Sri Lanka.
Pero sólo 39 llegaron el jueves a la Comisión Electoral para presentar sus candidaturas y solicitar su aprobación para iniciar sus campañas.
El actual presidente, Ranil Wickremesinghe, el líder de la oposición, Sajith Premadasa, y el parlamentario de tendencia marxista Anura Kumara Dissanayake se perfilan como favoritos.
Tras ser elegido por el Parlamento en julio de 2022, Wickremesinghe, de 75 años, ha guiado a la isla a través de su peor crisis financiera en décadas, que desencadenó protestas generalizadas y obligó a dimitir a su predecesor, Gotabaya Rajapaksa.
Namal Rajapaksa, de 38 años, uno de los 225 parlamentarios e hijo mayor del dos veces presidente Mahinda Rajapaksa, es el candidato del partido Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP), que cuenta con mayoría parlamentaria.
El vencedor tendrá que apuntalar la frágil recuperación económica, aplicar un programa cuatrienal de 2.900 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), finalizar una reestructuración de la deuda de 12.500 millones de dólares y centrarse en lograr un crecimiento sostenible.
Con información de Reuters
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