El tratamiento de la inmunoterapia fue una de las grandes revoluciones en la investigación médica a través de la cual, en tan solo 12 años, se benefició con una mayor sobrevida a pacientes oncológicos hasta su cura, en al menos un 30% de los tumores tratados, y permitió comprender el mecanismo de la enfermedad y el sistema inmunológico, afirmó hoy el especialista Carlos Silva, al abrir la convención anual de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC).
En el marco de la Convención Anual de LALCEC, que comenzó hoy en la Legislatura porteña, hubo charlas con especialistas sobre la prevención de algunos cánceres, y su apertura fue sobre la revolución que generó la inmunoterapia en la sobrevida y cura de tumores en pacientes oncológicos.
La actividad recibió el reconocimiento de interés sanitario por parte de la Legislatura local, informó la directora de la comisión de Salud de la organización, Alejandra Moreno, quien junto a la vicepresidenta, Analía Martínez Ruiz, y el director institucional de la organización, Martín Fleming, agradecieron a los presentes -intregrantes de la red en diferentes provincias- por su aporte en el trabajo de prevención y acceso a la salud.
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El médico Carlos Silva, integrante de LALCEC, estuvo a cargo de la apertura de la Convención donde se abordaron los avances logrados en los últimos 15 años, para combatir al cáncer y activar el sistema inmunológico de pacientes oncológicos, a través de la utilización de terapias junto con el desarrollo de la inmunoterapia.
"Con la publicación en New England Journal of Medicin, en agost o del 2011 se produce el hito, donde por primera vez encontramos un tratamiento inmunoterapéutico que prolonga la sobrevida de los pacientes. Es decir, que probablemente hoy cure o ya esté curando a pacientes", afirmó Silva.
Y agregó que "no todos los tumores se benefician de la inmunoterapia. Por ahora, son alrededor de un 30%. Pero lo importante es que entendimos el mecanismo. Lo único que hay que hacer, ahora, es avanzar y encontrar asociaciones que nos permitan ser más efectivos".
Por ejemplo, años atrás solo un 15% de los pacientes con cáncer de pulmón tenían una sobrevida de 5 años, "hoy ya estamos en el 40% y vamos por más", dijo el médico respecto a los resultados logrados con la utilización del tratamiento con inmunoterapia y la terapia dirigida (prevención y diagnóstico) junto con otras precedentes, como la radio y quimioterapia.
También remarcó que prosiguen las investigaciones sobre los tumores inmunoexcluídos, que tienen menos capacidad de respuesta inmune, "como el cáncer de mama triple negativo, el colorrectal; el gástrico, el ovárico y el páncreas, mientras que antes era el melanoma".
"¿Y cuál es la base de todo esto que aprendimos? Si combinamos terapéuticas podemos tener mayor respuesta del sistema inmune, usar radioterapia con terapias dirigidas contra blancos moleculares, junto con otras inmunoterapias o dos inmunoterapias entre sí, o combinar con quimioterapia", explicó.
Y agregó que fue un error conceptual pensar que la quimioterapia era mala para el sistema inmune porque si bien puede producir inmunodepresión, "mata las células que son las lobistas, las enemigas, y combinada con la inmunoterapia puede favorecer la respuesta".
Con la inmunoterapia, cuya investigación comenzó a principios del siglo XIX, Silva informó que cuando se obtiene una respuesta inmunológica con esa terapia "dura para siempre, y ese fue el el gran cambio en la terapéutica de la oncología".
"El paciente con melanoma y metástasis sobrevivía un promedio de 6 meses; hoy, a siete años de haber comenzado con las combinaciones de inmunoterapia con ese tumor, la mitad de ellos están vivos y lo más probable es que la mayoría estén curados", señaló.
Los avances en la investigación permitieron conocer información sobre cómo funciona el sistema inmunológico frente al tumor, que se despejó en el año 2004 con la inmuno-edición.
Y agregó que "hay mecanismos de evasión del sistema inmune donde el tumor muestra una especie de código QR y le dice al linfocito (la célula que lo tiene que atacar) ´estás cansada, estás agotada` y eso es lo que se llama ´los linfocitos exhaustos`", explicó.
Cuando hay inflamación crónica, el sistema inmune se agota; y se ha demostrado que la obesidad y la diabetes, son algunas de las enfermedades que promueven ese estado, y por eso Silva remarcó la importancia de mantener conductas saludables que favorezcan a la activación del sistema inmune y disminuyan esa condición como -por ejemplo- llevar una buena alimentación, actividad física y la disminución del estrés.
¿Cuál es el objetivo de la inmunoterapia para el cáncer, entonces?, se preguntó Silva: comprender esos mecanismos y desarrollar nuevos componentes con la inmuno-oncología, que aprovechan el sistema inmune del paciente para combatir el cáncer.
Los tumores son específicos, reconocen un determinado código de barras para toda su vida. "Tienen memoria y ese es el logro más importante de todos, se trata de un agente que se traslada por nuestro sistema, infiltra los tumores y desencadena la ruptura de la célula tumoral y vuele a empezar, no es un bisturí que corta en un sitio", apuntó el especialista.
Con información de Télam