Un tribunal griego desestimó el martes los cargos contra nueve egipcios acusados de provocar el naufragio de un barco en el que murieron cientos de migrantes frente a las costas griegas el año pasado, al dictaminar que no tenía jurisdicción sobre el caso porque el desastre se produjo en aguas internacionales.
Hasta 700 migrantes de Pakistán, Siria y Egipto viajaban a bordo del pesquero Adriana, que partió de Libia con destino a Italia. Se hundió frente a la costa de Pilos, en el suroeste de Grecia, el 14 de junio.
Se rescató a más de 100 supervivientes y se recuperaron 82 cadáveres. Según las Naciones Unidas, otras 500 personas perecieron a bordo en uno de los accidentes más mortíferos ocurridos en el mar Mediterráneo.
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Los nueve acusados iban a bordo del Adriana y están acusados de tráfico de migrantes, naufragio y participación en organización criminal.
Pero muchos supervivientes afirman que un intento desastroso de los guardacostas griegos de remolcar la embarcación hizo que zozobrara en algunas de las aguas más profundas del mar Mediterráneo. Grupos de derechos humanos y los abogados de los acusados han cuestionado la integridad de la investigación griega.
Las causas del naufragio siguen siendo fuente de controversia. La guardia costera griega ha negado su participación en el naufragio y ha afirmado que las personas que viajaban en el barco se negaron a recibir ayuda. El martes no respondió de inmediato a una petición de comentarios.
Los nueve hombres fueron detenidos horas después del naufragio y permanecían en prisión preventiva. Han negado haber cometido delito alguno y sus abogados afirman que se les está utilizando como chivos expiatorios.
"Es una gran victoria para los derechos humanos en Grecia", dijo a Reuters Spyros Pantazis, uno de sus abogados.
"Nueve hombres inocentes salen en libertad. Por fin, tras una enorme lucha y dolor, se ha hecho justicia".
La sala del tribunal de la ciudad de Kalamata estalló en aplausos después de que el juez anunciara la decisión el martes. Los hombres, de edades comprendidas entre los 21 y los 41 años, abrazaban a sus familiares o se arrodillaban y besaban el suelo.
Todos ellos tienen solicitudes de asilo pendientes en Grecia.
Antes de la vista, manifestantes en apoyo de los acusados se enfrentaron brevemente a la policía, que había acordonado la zona.
"Este crimen no caerá en el olvido", coreaban los manifestantes. "Nos convertiremos en las voces de los muertos".
Los abogados defensores dijeron que los hombres fueron acusados tras una investigación precipitada y con pruebas insuficientes.
Aunque el barco estaba en aguas internacionales, navegaba en la zona de rescate demarcada de Grecia. Antes del juicio, los abogados acusaron a los guardacostas de vigilar la embarcación durante horas antes de lanzar una operación de rescate y de que los guardacostas intentaron arrastrar la embarcación a aguas italianas.
Los guardacostas han negado las acusaciones y han dicho que los pasajeros del barco se negaron a recibir ayuda.
Con información de Reuters
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