El sector de la construcción en La Rioja atraviesa una crisis que parece no tener fin, afectado por el impacto de la recesión económica y la falta de reactivación de obras, desde el cambio de Gobierno nacional de Javier Milei. En octubre de 2024, el consumo de cemento mostró una caída del 45% en la provincia, en comparación con el mismo mes de 2023. Esto refleja una disminución en las unidades de consumo real, no en el valor monetario.
La baja acumulada entre enero y octubre de 2024 se estima cercana al 55%, una cifra alarmante para una industria clave en la provincia. La caída se debe, en gran medida, a la paralización de la obra pública, particularmente en la construcción de viviendas. Este factor se combinó con la retracción en las obras privadas, afectadas por la recesión y el menor poder de inversión de los particulares.
La crisis en la construcción, según indican fuentes del sector, responde a un "doble golpe": la disminución de proyectos estatales y la cautela en el ámbito privado para llevar adelante nuevas edificaciones. Referentes de la industria subrayan que, en La Rioja, el 80% de la actividad de construcción depende de la obra pública.
Las advertencias del sector
A principios de octubre, el sector de la construcción advirtió que La Rioja está atravesando uno de sus peores momentos. La obra pública, que representa casi el 80% de la actividad de este sector en la provincia, se vio prácticamente detenida desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, lo que desencadenó un fuerte impacto en el empleo y en el desarrollo del sector.
Héctor Spallanzani, presidente de la Cámara de la Construcción de La Rioja, aseguró en aquella oportunidad que la situación del sector en la provincia es aún más crítica que en el resto del país debido a su alta dependencia de la obra pública. "Hoy tenemos una caída del empleo del 70%", detalló y destacó la drástica reducción de personal en un sector donde la falta de nuevos proyectos públicos ha sido un golpe para las empresas y los trabajadores.
La suspensión de proyectos de obra pública dejó al sector de la construcción en una situación de estancamiento. En un intento por contener el impacto de la falta de financiamiento nacional, la provincia de La Rioja asumió la responsabilidad de finalizar algunos proyectos de vivienda que cuentan con un avance del 70% o más. Sin embargo, Spallanzani remarcó que los acuerdos establecidos entre el Gobierno nacional y La Rioja para reactivar obras no se cumplieron en su totalidad, situación que se replica en otras provincias.
Empresas en la búsqueda de alternativas para sobrevivir
Las empresas dedicadas a la construcción informaron que tuvieron la necesidad de "reconvertirse" para sostenerse a largo plazo. Spallanzani expresó que las empresas deben diversificar sus actividades, y así explorar alternativas como la minería. La propuesta se direcciona a crear nuevas oportunidades de trabajo y evitar una mayor pérdida de empleos.
El informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) reflejó la magnitud de la crisis en el empleo formal en el sector. En junio de 2024, solo 1.112 obreros estaban empleados formalmente en la construcción en La Rioja, una baja del 62% frente a los 2.929 trabajadores de junio de 2023. Este declive posiciona a la provincia como la segunda en el país con mayores pérdidas en el empleo de construcción, solo superada por Formosa, que registró una caída del 66,4%.