Recorte a transferencias totales: cuáles son las provincias más afectadas por el ajuste de Nación

A raíz de las políticas implementadas por el presidente, las jurisdicciones continuaron recibiendo menos dinero en concepto de transferencias por parte del Poder Ejecutivo Nacional en la comparativa interanual.

22 de septiembre, 2024 | 09.00

En el mes de agosto de 2024, se confirmó que todas las provincias argentinas recibieron menos dinero en transferencias del Poder Ejecutivo Nacional, según datos del Observatorio de Políticas Públicas de Formosa Politiké. La provincia de Gildo Insfrán, en particular, registró una caída del 18,9% en las transferencias respecto al mismo mes del año anterior, colocándose entre las diez jurisdicciones más afectadas por estos recortes. Esta situación la posiciona como la tercera más golpeada en la región del Norte Grande, reflejo de la profunda recesión económica que atraviesa el país.

El recorte en las transferencias provinciales coincide con la presentación del Presupuesto 2025 por parte del presidente Javier Milei, el pasado domingo 15. Desde Politiké, se advirtieron algunas inconsistencias en las proyecciones. Por ejemplo, se estima que la inflación mensual promedio será de apenas 1,2% hasta diciembre, cuando en los últimos meses se ha mantenido estable en torno al 4%, lo que hace difícil alcanzar esa meta.

Asimismo, se proyecta una devaluación del 18% para todo 2025, junto con una inflación anual similar, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una inflación del 45% para Argentina en el próximo año. Desde Politiké señalan que, con estas previsiones tan dispares, resulta poco probable mantener el tipo de cambio en los niveles previstos por el gobierno en el presupuesto.

Otra de las áreas de controversia es la recaudación. A pesar de que se proyecta un crecimiento económico del 5% y una inflación del 18,3%, no queda claro cómo la recaudación de derechos de exportación aumentaría un 100,4% y el IVA un 28,6%. Este desequilibrio fiscal también afecta a las políticas tributarias, con una polémica reducción del impuesto sobre los Bienes Personales en un 22,7% para personas con patrimonios superiores a $456 millones, especialmente para aquellos con activos en el exterior. En contraste, el Impuesto a las Ganancias aumentaría en un 41,1% debido a la incorporación de más de 800.000 nuevos contribuyentes, mientras que el monotributo se incrementaría un 196,9%.

En cuanto al sistema jubilatorio, la reforma establecida por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) genera incertidumbre sobre la continuidad del bono para jubilados, ya que su partida prácticamente desaparece en el nuevo presupuesto (-99,9%). Además, se eliminan los aumentos automáticos para asignaciones familiares, incluyendo la Asignación Universal por Hijo (AUH), que quedarán a discreción del Ejecutivo.

El presupuesto también suspende las partidas mínimas para áreas claves como ciencia y técnica, educación, educación técnica y el Fondo de Defensa Nacional (FONDEF). Entre los recortes más significativos, se encuentran las pensiones por invalidez (-51,6%) y el presupuesto destinado al Instituto del Cáncer (-47,5%).

En medio de esta situación económica adversa, los precios de los agroalimentos se dispararon en agosto, con un incremento promedio de 3,2 veces desde el campo hasta la góndola. Los productos con mayores brechas de precios fueron el limón, que se multiplicó 15,4 veces, la mandarina (10,5 veces), la pera (6,8 veces), la lechuga (5,9 veces) y la manzana roja (5,8 veces). El caso del limón es el más grave, ya que algunos productores optaron por no cosechar debido a que el precio ofrecido por las industrias no cubre los costos de producción.

Por otro lado, el Producto Bruto Interno (PBI) del país registró una caída del 3,4% en el segundo trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior, y un descenso del 1,7% respecto al trimestre previo, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). De los 16 sectores de la economía que se miden, solo ocho mostraron crecimiento, destacándose la agricultura, ganadería, caza y silvicultura con un aumento del 81,2%, seguida de la pesca (41,3%) y la explotación de minas y canteras (6,6%). Sin embargo, el panorama general sigue siendo de contracción, reflejando las dificultades que atraviesa la economía argentina.