Japón lanzó hoy un cohete con un módulo de alunizaje que puede ser el primero del país en colocarse con éxito sobre el satélite terrestre, según mostraron las imágenes de la retransmisión en directo de su agencia espacial, informaron las autoridades gubernamentales.
El cohete H2-A despegó con el módulo "Moon Sniper", que debería llegar a la superficie de la Luna en un periodo de entre cuatro y seis meses, consignó la agencia AFP.
El despegue desde Tanegashima (al sur de Japón), que había sido retrasado en tres ocasiones desde agosto por el mal tiempo, fue transmitido en directo en internet.
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El cohete también transporta un satélite de investigación desarrollado por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Esta misión llega poco después de que India consiguiera colocar un robot no tripulado cerca del polo sur de la Luna, en lo que fue considerado "un éxito histórico para este programa espacial de bajo costo".
El robot japonés, llamado Alunizador Inteligente para Investigar la Luna (SLIM, en sus siglas en inglés), está diseñado para aterrizar a cien metros del objetivo fijado en el satélite en vez del habitual margen de varios kilómetros, de allí su apodo "Moon Sniper" (francotirador lunar).
"Al crear el alunizador SLIM, los humanos harán un cambio cualitativo hacia poder aterrizar donde queramos aterrizar y no simplemente donde sea fácil hacerlo", se dijo desde la JAXA antes del lanzamiento.
"Esto hará posible aterrizar en planetas de recursos todavía más escasos que la Luna", indicaron, agregando que "no hay casos anteriores de aterrizajes de precisión en cuerpos celestes con una gravedad significativa como la Luna".
Hasta ahora, solo Estados Unidos, Rusia, China e India han realizado con éxito un alunizaje. Los intentos previos de Japón habían fracasado, entre ellos uno el año pasado en el que mandó una sonda llamada Omotenashi como parte del programa estadounidense Artemis.
Después del lanzamiento de la sonda desde el Centro Espacial Kennedy de Florida, algo falló en la misión y se perdieron las comunicaciones.
La agencia espacial nipona también tuvo problemas recientes con sus cohetes, con fracasos en el despegue de su modelo H3 de nueva generación en marzo y en el del Epsilon en octubre.
En julio, una prueba del cohete Epsilon S, una versión mejorada, terminó con una explosión 50 segundos después de la ignición.
El cohete japonés que despegó hoy también lleva al espacio la Misión de Espectroscopía e Imágenes de Rayos X, desarrollada por JAXA, NASA y ESA.
El satélite de alta resolución observará el viento de plasma de gas caliente que sopla a través del Universo, lo que ayudará a estudiar los flujos de masa y energía, además de la composición y evolución de los cuerpos celestes.
Con información de Télam