El ministro de Cultura italiano admitió en una lacrimógena entrevista televisiva en horario de máxima audiencia haber mantenido un romance con una mujer que afirmó haber sido contratada como asesora, en un caso que está poniendo a prueba la solidez del gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni.
El destino del ministro Gennaro Sangiuliano ha dominado las portadas de los periódicos italianos y ha creado un quebradero de cabeza a Meloni a la vuelta de sus vacaciones estivales.
Meloni, al frente de una coalición de derechas desde octubre de 2022, se ha mantenido fiel al equipo que nombró, aportando un raro periodo de estabilidad política a Italia.
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Sin embargo, Sangiuliano, un experiodista de 62 años, se ha enfrentado a una tormenta mediática por el papel de Maria Rosaria Boccia, una autoproclamada empresaria de la moda que la semana pasada publicó en Instagram que había sido nombrada "asesora del ministro para grandes eventos".
La oposición cuestionó el cargo, preguntando si se beneficiaba de fondos públicos y tenía acceso a documentos confidenciales relacionados con una reunión de ministros de Cultura del G7 prevista para este mes.
"La primera persona a la que tengo que pedir disculpas es a una persona excepcional, mi mujer. Luego pido disculpas a Giorgia Meloni, que confió en mí, por haberla avergonzado a ella y al gobierno", declaró un emocionado Sangiuliano, con la voz entrecortada, en el noticiero TG1 de la cadena nacional RAI.
Según afirmó, Meloni había rechazado su oferta de dimisión.
En una publicación en Instagram, Boccia sugirió que su relación con el ministro estaba siendo utilizada con fines políticos. "Otros, de forma mezquina, han explotado una situación humana que está teniendo consecuencias dolorosas para mí. Defiendo mi dignidad", afirmó.
Con información de Reuters