La fiscalía italiana investigará al capitán del superyate perteneciente al magnate tecnológico británico Mike Lynch que se hundió frente a Sicilia la semana pasada durante una intensa tormenta, matando a Lynch y a otras seis personas, según informaron el lunes medios de comunicación italianos.
Reuters no pudo verificar de forma independiente la decisión. Ser puesto bajo investigación en Italia no implica culpabilidad y no significa que necesariamente se presenten cargos formales.
James Cutfield, ciudadano neozelandés de 51 años, está siendo investigado por homicidio involuntario y naufragio, según los diarios La Repubblica y Corriere della Sera.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Los magistrados hablaron con Cutfield el domingo por segunda vez en una semana, informó la Repubblica, interrogándole durante más de dos horas. Según la misma información, también se podría investigar a un miembro de la tripulación que estaba de servicio cuando se produjo la tormenta y que sobrevivió al incidente.
El Bayesian, un superyate de 56 metros de eslora y bandera británica, transportaba a 22 personas cuando zozobró y se hundió el lunes pocos minutos después de ser azotado por una tormenta al amanecer mientras estaba anclado frente al norte de Sicilia.
Quince personas sobrevivieron, entre ellas la esposa de Lynch, cuya empresa era propietaria del Bayesian. La hija de Lynch, Hannah, de 18 años, fue una de las fallecidas.
Aunque el yate había sido alcanzado por un fenómeno meteorológico repentino, era plausible que se hubieran cometido delitos de homicidio múltiple y causar un naufragio por negligencia, dijo el sábado el jefe de la fiscalía de Termini Imerese, Ambrogio Cartosio.
El derecho marítimo otorga al capitán plena responsabilidad sobre el barco, la tripulación y todos los que se encuentran a bordo.
Cutfield y sus ocho tripulantes supervivientes aún no han hecho ningún comentario público sobre el desastre.
"El Bayesian se construyó para navegar con cualquier tiempo", dijo Franco Romani, arquitecto náutico que formó parte del equipo que lo diseñó, al diario La Stampa en una entrevista publicada el lunes.
Según Romani, es probable que el yate hiciera agua por una escotilla lateral que quedó abierta.
Romani dijo que la tripulación subestimó el mal tiempo y que deberían haberse asegurado de que todas las aberturas estaban cerradas y el ancla retirada antes de que la tormenta golpeara el barco.
Con información de Reuters