El Senado de Estados Unidos podría votar tan pronto como el miércoles una ley que bloquearía la venta de armas a Israel, respaldada por legisladores que afirman que el país está obstruyendo los envíos de ayuda que necesitan desesperadamente los civiles palestinos de Gaza.
Las "resoluciones de desaprobación" fueron presentadas por Bernie Sanders, un independiente que forma parte del partido demócrata. El fuerte apoyo bipartidista a Israel significa que no se espera que las resoluciones se aprueben, pero sus partidarios esperan que animen al gobierno de Israel y al Gobierno de presidente Joe Biden a hacer más.
La mayor parte de la población de Gaza, de 2,3 millones de personas, ha sido desplazada y el enclave corre peligro de hambruna. Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que más de 43.922 palestinos han muerto en la ofensiva israelí, que dura ya 13 meses.
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"Esta guerra se ha llevado a cabo casi en su totalidad con armas estadounidenses y 18.000 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses", afirmó Sanders.
"Israel ha lanzado bombas de 1.000 kilos proporcionadas por Estados Unidos en barrios abarrotados, ha matado a cientos de civiles para acabar con un puñado de combatientes de Hamás y ha hecho escasos esfuerzos por distinguir entre civiles y combatientes (...) Estas acciones son inmorales e ilegales".
Biden, cuyo mandato finaliza en enero, ha respaldado firmemente a Israel desde que hombres armados dirigidos por Hamás atacaron en octubre de 2023, causando la muerte de 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
En octubre, el gobierno de Biden comunicó a Israel que disponía de 30 días para mejorar el flujo de ayuda a Gaza o se arriesgaba a consecuencias para la ayuda militar estadounidense.
Transcurrido ese plazo, Washington dijo el 12 de noviembre que había llegado a la conclusión de que Israel había hecho progresos y no estaba impidiendo actualmente la ayuda a Gaza. Muchos grupos de ayuda no estuvieron de acuerdo.
Israel afirma que ha estado trabajando para atender las necesidades humanitarias y que el principal problema con las entregas de ayuda eran los problemas de distribución de la ONU.
La legislación estadounidense otorga al Congreso el derecho a detener las principales ventas de armas al extranjero mediante la aprobación de resoluciones de desaprobación. Aunque ninguna resolución de este tipo ha sido aprobada por el Congreso y ha sobrevivido a un veto presidencial, la ley exige que el Senado vote si se presenta una resolución.
(Reportaje de Patricia Zengerle; Editado en español por Juana Casas)
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