Las operaciones de ayuda de Naciones Unidas en la Franja de Gaza continuaron el martes, un día después de que un alto funcionario de la organización dijera que los esfuerzos humanitarios se paralizaron porque las nuevas órdenes de evacuación israelíes habían obligado a cerrar su principal centro de operaciones.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, pareció matizar el martes las declaraciones del funcionario, que habló el lunes bajo condición de anonimato. Cuando se le preguntó si las condiciones en Gaza habían causado la interrupción de las entregas de ayuda de la ONU el lunes, Dujarric dijo a periodistas que "las condiciones en Gaza ayer hicieron extremadamente, extremadamente difícil para nosotros hacer nuestro trabajo".
"Estamos haciendo lo que podemos con lo que tenemos", dijo. "Lo hemos dicho desde el principio: esto es entrega de ayuda aprovechando cada oportunidad, aprovechando cada grieta que podamos llenar. Así que cada situación se evalúa día a día, hora a hora".
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El jefe de seguridad de la ONU, Gilles Michaud, aseguró el martes que durante el fin de semana el ejército israelí sólo avisó con unas horas de antelación para que más de 200 miembros del personal de la ONU abandonaran sus oficinas y viviendas en Deir Al-Balah, en el centro de Gaza.
Dijo que "el momento no podía ser peor", ya que en breve iba a comenzar una campaña masiva de vacunación contra la polio que requería la entrada en Gaza de un gran número de personal de la ONU.
"Las Naciones Unidas están decididas a permanecer en Gaza", afirmó en un comunicado. "La entrega de ayuda humanitaria continúa, una hazaña tremenda teniendo en cuenta que estamos operando en las periferias más altas del riesgo tolerable".
El Comité Internacional de Rescate dijo el martes que las nuevas órdenes de evacuación por parte de Israel había obligado a este y a otros grupos humanitarios a "detener las operaciones de ayuda, durante lo que ya es una situación desesperada para los civiles".
"Es urgente que los actores humanitarios puedan continuar su trabajo, sin la amenaza de desplazamientos u operaciones militares. Instamos a todas las partes a que protejan a los civiles y faciliten el acceso humanitario en todo momento", publicó la organización en X.
La guerra actual en el enclave palestino comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando hombres armados de Hamás irrumpieron en comunidades israelíes, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, el ejército israelí ha arrasado franjas del enclave palestino, expulsando de sus hogares a casi todos sus 2,3 millones de habitantes, provocando hambre y enfermedades mortales y matando al menos a 40.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios declaró el martes que Israel está pidiendo cada vez más a la población de Gaza "que se concentre en la zona designada por Israel en Al Mawasi, que abarca sólo unos 41 kilómetros cuadrados o aproximadamente el 11% de la superficie total de Gaza".
Afirmó que el hacinamiento, con una densidad de entre 30.000 y 34.000 personas por kilómetro cuadrado, había agravado una feroz escasez de recursos esenciales como agua, suministros de saneamiento e higiene, servicios sanitarios, protección y refugio.
Con información de Reuters