Habitantes del norte de Israel se quejan por alto el fuego, siguen sintiéndose vulnerables a ataques

27 de noviembre, 2024 | 11.16

Por primera vez en meses, el miércoles no se oyeron en el norte de Israel las sirenas que advertían de la llegada de ataques desde Líbano, pero muchos residentes se mostraron, no obstante, indignados por el alto el fuego acordado por el gobierno con el grupo armado Hezbolá.

El acuerdo, que promete poner fin a un conflicto transfronterizo en el que han muerto miles de personas desde que estalló la guerra de Gaza el año pasado, es considerado un gran logro por la administración del presidente estadounidense Joe Biden, pero ha despertado la ira y la aprensión en el norte de Israel.

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el martes que Israel mantendrá su derecho a actuar en caso de que Hezbolá, respaldado por Irán, incumpla los términos del acuerdo.

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"¿Qué digo? Que es muy malo, realmente malo", dijo a Reuters Levana Karsenti, residente de Nahariya, sobre el acuerdo. "Ellos (el Gobierno) no hicieron nada y nuestros soldados se desperdiciaron para nada. Bibi (Netanyahu) debería hacer las maletas fuera del gobierno rápidamente, aunque yo le apoyaba. Tiene que irse a casa urgentemente".

Muchos residentes del norte de Israel temen que Hezbolá intente lanzar un asalto terrestre, similar al ataque de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.

Los ataques de Hezbolá han matado a 45 civiles en el norte de Israel y en los Altos del Golán, bajo ocupación israelí. Unas 60.000 personas evacuadas de sus hogares en el norte aún no han podido regresar.

El acuerdo debería haber incluido una zona de exclusión entre Israel y Líbano, según declaró a Reuters el alcalde de la ciudad septentrional de Kiryat Shmonah, a sólo tres kilómetros de la frontera. Como Hezbolá usa viviendas civiles para ocultar armas y lanzar ataques, afirmó el alcalde Avichai Stern, Israel no tendría una base legítima para contrarrestar su actividad.

"Se trata de bases militares (...) con el fin de atacar a las comunidades fronterizas del norte, por lo que es imposible aceptar que sigan existiendo", afirmó Stern.

(Editado en español por Carlos Serrano)