La principal oposición jordana, alentada por la ira derivada de la guerra de Gaza, afirma que espera que los islamistas obtengan suficientes escaños en las elecciones del martes para desafiar enérgicamente la postura prooccidental del país, un resultado que podría agitar la anquilosada escena política del reino.
El opositor Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes, afirma que su voz es necesaria en la asamblea para ayudar a revertir las impopulares políticas económicas, hacer frente a las leyes que restringen las libertades públicas y oponerse a una mayor normalización con Israel, con el que Jordania tiene un tratado de paz desde 1994.
"Basta con que exista un bloque significativo capaz de influir en la opinión pública y en la escena política general", dijo a Reuters Murad Adailah, jefe de los Hermanos Musulmanes jordanos y aliado ideológico del grupo palestino Hamás.
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En un país donde el sentimiento antiisraelí es muy elevado, se espera que la guerra de Gaza ayude a la suerte electoral del FAI, que es el mayor partido de la oposición jordana y ha protagonizado algunas de las mayores concentraciones de la región en apoyo a Hamás.
Cientos de personas salieron a las calles de Amán para celebrarlo el domingo, horas después de que un pistolero jordano matara a tiros a tres civiles israelíes en un paso fronterizo del territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania.
El FAI, que solo presenta 38 candidatos a la asamblea de 138 escaños, tiene pocas probabilidades de desbancar a los diputados tribales, centristas y progubernamentales que dominan un sistema poco representativo de las ciudades, donde mejor se desenvuelven sus oponentes islamistas y liberales.
Pero los islamistas, que han enfurecido a las autoridades con exigencias de derogar el tratado de paz y poner fin a los lazos comerciales con Israel, están instando a sus partidarios a salir a votar para mostrar su oposición a la ofensiva israelí en Gaza.
"Hoy lo que está ocurriendo en Gaza es una batalla existencialista y ni el movimiento jordano, ni el islámico, pueden ser espectadores. La voz de la calle jordana se ha hecho oír y ha influido", dijo Adailah en una entrevista el lunes.
Afirmó que el Estado jordano necesitaba más que nunca un Parlamento fuerte, argumentando que una presencia parlamentaria ruidosa del FAI podría reforzar la capacidad de Jordania para sortear y, en caso necesario, hacer frente a las presiones a las que pudiera verse sometida por parte de Israel y los aliados occidentales.
Adailah se hacía eco del sentir de muchos jordanos de todo el espectro político, que temen que el Gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu busque una guerra más amplia en la que los palestinos del territorio ocupado de Cisjordania puedan ser expulsados a Jordania.
EL SISTEMA DE VOTACIÓN FAVORECE A LAS ZONAS TRIBALES
La FAI se presenta a los comicios a pesar de sus reservas ante un sistema de votación que consideran sesgado en su contra. Reclaman una representación política aún más amplia tras los cambios introducidos por una ley electoral aprobada en 2022.
"La ley no está a la altura de nuestras ambiciones, pero presenta una receta para reformas políticas graduales", dijo Adailah, refiriéndose a la ley que por primera vez asigna directamente 41 escaños a más de 30 partidos reconocidos y mayoritariamente progubernamentales.
Las autoridades afirman que la votación es un hito en el proceso de democratización iniciado por el rey Abdulah, que allana el camino para que los partidos políticos desempeñen un papel más importante.
Se espera que los resultados, que se conocerán 48 horas después del cierre de las urnas, mantengan el Parlamento en manos de facciones tribales y progubernamentales, que no tienen el poder suficiente para introducir cambios profundos.
No obstante, según los analistas, los islamistas podrían sacudir el anodino panorama político jordano.
"Esperamos un bloque significativo de estas elecciones, siempre que no haya una injerencia directa y descarada en las urnas", dijo Adailah, sin precisar cuántos escaños esperan obtener.
El partido, cuyo lema es "Con el Islam protegemos la nación", afirma que las autoridades han utilizado la presión de los clanes para convencer a decenas de candidatos del FAI de que abandonen la carrera electoral.
"Esto perjudica nuestras posibilidades", afirma Adailah.
Ahora, la votación pondrá a prueba el apoyo de base de los islamistas, afirman políticos y analistas. La mayoría de los demás candidatos con agendas políticas limitadas han centrado sus campañas en condiciones económicas como el desempleo, los servicios públicos y la inflación.
Con información de Reuters