El ataque de Irán a Israel coincidió con un aumento de la represión en el país, según activistas

23 de abril, 2024 | 04.25

El mismo día en que Irán lanzó su primer ataque directo contra Israel, se embarcó en una confrontación que pasó desapercibida en su propio país, ordenando a la policía de varias ciudades que saliera a la calle para detener a las mujeres acusadas de incumplir su estricto código de vestimenta islámico.

Las autoridades iraníes insisten en que su llamada campaña Nour (Luz) está dirigida a empresas y particulares que desafían la ley del hiyab, con el objetivo de responder a las demandas de ciudadanos devotos enfadados por el creciente número de mujeres sin velo en público.

Pero los activistas y algunos políticos afirman que la campaña no sólo parece destinada a imponer el uso obligatorio del hiyab, sino también a desalentar cualquier disidencia más amplia en un momento vulnerable para los gobernantes clericales.

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Según la sharia, o ley islámica iraní, las mujeres están obligadas a cubrirse el cabello y llevar ropa larga y holgada. Las infractoras se enfrentan a reprimendas públicas, multas o detenciones.

Las leyes se han convertido en un tema político candente desde que las protestas por la muerte de una joven bajo custodia de la "policía de la moralidad" del país en 2022 desembocaron en la peor agitación política desde la Revolución Islámica de 1979.

En una muestra de desobediencia civil, las mujeres sin velo han aparecido con frecuencia en público desde la muerte de Mahsa Amini, de 22 años. Las fuerzas de seguridad sofocaron violentamente la revuelta posterior, que pedía la caída del Gobierno.

Mientras se desarrollaba el asalto iraní con drones y misiles el 13 de abril, el jefe de la policía de Teherán, Abbasali Mohammadian, acudió a la televisión estatal para anunciar la nueva campaña.

ARRESTOS

"A partir de hoy, la policía de Teherán y de otras ciudades tomará medidas contra quienes infrinjan la ley sobre el hiyab", dijo, mientras cientos de agentes salían a las calles de la capital y de otras ciudades.

Usuarios de redes sociales publicaron imágenes de una fuerte presencia de la policía de la moralidad en Teherán y vídeos de la policía deteniendo violentamente a mujeres que supuestamente vestían de forma inadecuada, incluidas fuerzas de seguridad de paisano arrastrando a mujeres jóvenes a furgones policiales.

Los furgones de la policía de la moralidad habían desaparecido de las calles desde el año pasado.

La campaña suscitó rápidamente expresiones públicas de malestar.

Preocupados por lo que, según ellos, podría ser una brecha cada vez más profunda entre la clase dirigente y la sociedad en general, algunos políticos han criticado la intensificación de la represión.

"¡Justo en un momento en el que la solidaridad nacional es más crucial que nunca, las mismas desagradables escenas (presenciadas durante las protestas) se intensifican con más violencia contra las mujeres y las niñas iraníes! ¿Qué clase de política es ésta?", publicó la política reformista Azar Mansouri en la red social X.

El exministro de Trabajo Ali Rabeie publicó en su cuenta de X: "Realmente no entiendo cuando el pueblo iraní se siente bien y orgulloso de enfrentarse a Israel, de repente un grupo (de responsables políticos) empuja a la sociedad hacia la confrontación con el poder establecido".

Otros sospechan que la campaña tenía un motivo político.

Un activista de derechos humanos de Teherán afirmó que la medida pretendía "inyectar miedo en la sociedad para impedir cualquier protesta contra la guerra y sofocar la disidencia interna cuando los gobernantes están en guerra con Israel".

"No es casualidad que el mismo día del ataque a Israel, la policía inundara las calles. Estaban preocupados por el resurgimiento de los disturbios", dijo el activista, que habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto.

(Escrito por Parisa Hafezi; editado por William Maclean; editado en español por Mireia Merino)