Monja brasileña recibe premio de agencia ONU para refugiados por su labor con inmigrantes

09 de octubre, 2024 | 07.27

Una monja brasileña que lleva 40 años ayudando a refugiados y migrantes ganó el miércoles el premio Nansen que concede anualmente el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados por su destacada labor de protección de los desplazados internos y apátridas.

La hermana Rosita Milesi, de 79 años, pertenece a la orden católica de las monjas Scalabrini, famosas por su servicio a los refugiados en todo el mundo. Sus padres eran campesinos pobres de origen italiano en el sur de Brasil, y ella se hizo monja a los 19 años.

Como abogada, trabajadora social y activista, Milesi defendió los derechos y la dignidad de los refugiados y migrantes de distintas nacionalidades en Brasil durante cuatro décadas.

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El Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR se creó en 1954 en honor del humanitario, científico, explorador y diplomático noruego Fridtjof Nansen. El ACNUR anunció el premio en Ginebra.

Milesi se une a una larga lista de distinguidos galardonados en todo el mundo, entre ellos la exprimera dama estadounidense Eleanor Roosevelt, la primera persona en recibir el premio cuando se creó en 1954, la organización benéfica Médicos Sin Fronteras y la excanciller alemana Angela Merkel.

Es la segunda brasileña que recibe el galardón. El exarzobispo de São Paulo Dom Paulo Evaristo Arns ganó el premio en 1985.

Milesi dirige el Instituto de Migración y Derechos Humanos (IMDH) de Brasilia, a través del cual ha ayudado a miles de migrantes forzosos y desplazados a acceder a servicios esenciales como alojamiento, atención sanitaria, educación y asistencia jurídica.

Coordina RedeMIR, una red nacional de 60 organizaciones que opera en todo Brasil, incluso en regiones fronterizas remotas, para apoyar a refugiados y migrantes.

Su trabajo ha tenido un impacto significativo en el panorama jurídico de Brasil, incluyendo la configuración de su ley de refugiados de 1997 y la ley de migración de 2017, que consagró protecciones críticas para las personas desplazadas y redujo el riesgo de apatridia, dijo ACNUR en un comunicado.

Con información de Reuters