La vida de Sabrina Veris es un claro ejemplo de cómo una educación artística sólida puede moldear no solo una carrera profesional, sino también el carácter y los valores de una persona. Nacida en Táchira, México, Sabrina se mudó a Caracas a los 9 años y desde muy joven comenzó a explorar el mundo del arte. Desde entonces, su camino la llevó a convertirse en una figura reconocida en la industria del entretenimiento latinoamericano. Pero más allá del éxito en la televisión y las plataformas digitales, hay una historia de formación, aprendizaje y un profundo compromiso con el arte que define quién es Sabrina hoy.
A los 12 años, Sabrina ingresó a la academia de la reconocida bailarina Marjorie Flores en Caracas. Para algunos, una academia de arte es solo un lugar donde los jóvenes aprenden a bailar, actuar o cantar; pero para Sabrina fue mucho más que eso. "Entrar a esa academia fue una de las mejores decisiones de mi vida. No solo aprendí técnicas de baile o actuación, sino que adquirí valores fundamentales que hoy definen quién soy", dice con convicción. "Más allá de las herramientas para mi carrera, los valores que aprendí allí son gran parte de lo que soy como mujer", añade.
Para Sabrina, el arte es más que simplemente aprender una técnica, es una forma de mirar el mundo con sensibilidad y empatía. En la academia aprendió disciplina, perseverancia y respeto por los demás.
"No es solo repetir una coreografía o memorizar un libreto; es entender el esfuerzo que hay detrás de cada paso, el trabajo en equipo, el saber escuchar y ser escuchado", comenta. Estas lecciones se convirtieron en la base de su carrera y de su vida personal, ayudándola a enfrentar desafíos tanto dentro como fuera del escenario.
Hoy en día, en lo que respecta a educación, mucha gente cree que a través de las redes sociales e Internet podemos aprender cualquier cosa. Si es cierto que la tecnología digital democratizó el acceso al conocimiento, Sabrina defiende la importancia de la educación artística formal.
"Podemos aprender muchas cosas en internet, pero la formación en una institución te da un nivel que no se obtiene de otra manera", explica. Según ella, una educación formal no solo enseña las técnicas necesarias, sino que también fomenta comunidad, ética y profesionalismo, algo que no se encuentra fácilmente en otros lugares.
En Latinoamérica, donde acceder a una educación artística de calidad aún es un privilegio para pocos, Sabrina subraya la necesidad de abrir más puertas para los niños y jóvenes. "Tener la oportunidad de formarte en cualquier área es una de las mejores cosas que podemos hacer como personas", afirma.
La experiencia de Sabrina habla por sí sola. Desde muy joven, comenzó a aparecer en comerciales de televisión, y a los 17 años consiguió un pequeño papel como bailarina en la popular serie "La CQ" de Cartoon Network. A los 20 años, su talento y carisma la llevaron a ser presentadora en "Canal i" para un programa infantil. Poco después, pasó a ser animadora del programa juvenil "Atómico" en Venevisión, donde estuvo durante cinco años. Su tiempo en la televisión no solo le permitió conectar con los jóvenes de distintos países de Latinoamérica, sino también descubrir el valor de ser auténtica en el trabajo artístico. Esta autenticidad también ha sido clave en su incursión en otras áreas, como los reality shows y el fitness.
En 2022, Sabrina decidió adentrarse en el mundo del fitness participando en varias competencias y mostrando un lado de disciplina y superación personal que inspiró a muchos de sus seguidores. Aunque no se ve como una atleta profesional de por vida, este capítulo en su historia le enseñó mucho sobre conocerse a sí misma y llevar una vida más saludable.
Además, ha extendido su creatividad al mundo del contenido digital, donde actualmente produce su podcast infantil "Hola Alfa" en YouTube. Sabrina sueña con llevar este proyecto a la televisión, creando un espacio educativo y divertido que refleje la pureza y la curiosidad de los niños. "Hacer contenido para niños es maravilloso; ellos tienen tanto que enseñarnos con su forma de ver el mundo", admite.
Para Sabrina Veris, la educación artística ha sido la base sobre la cual ha construido su carrera y su vida. Ella sabe que el arte, combinado con una educación sólida y valores fuertes, puede ser una herramienta que transforme no solo una carrera, sino una vida entera.