Según el informe de julio y agosto de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, continúa en baja la venta de indumentaria en la provincia de La Rioja. Esto se debe a la profunda caída del consumo a nivel nacional, que da cuenta de la pérdida adquisitiva del salario, una problemática que se profundiza mes a mes, desde la llegada del Gobierno libertario.
El documento publicado señala que, durante el cuarto bimestre del año, el 72% de las empresas riojanas del rubro indumentaria reportaron caídas en sus ventas. Además, a nivel nacional la disminución interanual de las ventas de indumentaria fue del 11%. Aunque las caídas se intensificaron en comparación con el bimestre anterior, la desaceleración en la tendencia negativa es evidente en relación con los primeros bimestres del año.
Cabe destacar que esta baja del consumo golpea de manera directa al Parque Industrial riojano dado que el 50% de las empresas instaladas en la provincia son textiles, afectando de forma especial a los sectores de confección e hilados. Además, prácticamente la totalidad de las ventas que concretan estas empresas textiles se destinan especialmente al mercado interno, que es justamente el que se encuentra más golpeado.
Una tendencia que preocupa
En un informe reciente, el INDEC midió las posibilidades productivas de cada sector durante agosto y, en el caso de la industria textil, pudo observarse que fue uno de los sectores que más cayó. En el caso particular de las empresas textiles riojanas, el documento reveló que están usando tan solo el 49% de las maquinarias que tienen disponibles para producir. Esto se traduce en una reducción del 14,2% en relación con el mes de julio del año pasado.
Según los datos del organismo nacional, las textiles en julio también dieron un resultado del 49%, y se comparó con el mismo mes del 2023, que fue de 63,2%. Este desplome de las ventas repercute, de forma directa, en la pérdida de puestos laborales y el cierre de fábricas. En La Rioja, se viene observando una tendencia negativa de pérdida de emplo formal, que ya lleva cinco meses consecutivos de bajas. Desde febrero, la pérdida de empleo tuvo caídas del 6,6% en ese mes, un 10,7% en marzo, un 9,2% en abril y un 10,5% en mayo, hasta alcanzar el 14,4% en junio. Gran parte de estos descensos se explican por la paralización de la obra pública por el Gobierno nacional, el impacto en la construcción, los despidos en el Estado y la fuerte disminución de las ventas en el Parque Industrial, motivos que explican el freno de mano de la economía regional.