Algunos de los sospechosos detenidos por incendiar campos de caña de azúcar en el estado de Sao Paulo dijeron a la policía que estaban vinculados a una banda de delincuentes y que tomaban represalias por medidas adoptadas por el Gobierno, dijo el martes un alto funcionario del estado.
Los incendios, que comenzaron la semana pasada, se propagaron rápidamente por los campos resecos durante el fin de semana, en el punto álgido de la estación seca del país, y destruyeron miles de hectáreas de plantaciones de caña de azúcar, lo que provocó nubes de humo que cubrieron las ciudades cercanas.
El secretario de Estado de Agricultura, Guilherme Piai, dijo a Reuters que los incendios se iniciaron en distintos lugares al mismo tiempo, lo que indica que no fueron accidentales.
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El Gobierno sospecha que una de las mayores bandas criminales de Brasil, el Primeiro Comando da Capital -conocido comúnmente como PCC- estuvo detrás de los incendios, buscando tomar represalias contra las medidas para combatir el comercio criminal de combustibles adulterados.
"No conocemos realmente la motivación, pero algunos dijeron que estaban vinculados al PCC. Otros, ingenuamente, querían vengarse del agronegocio, que es el motor de la economía brasileña", afirmó Piai.
El crimen organizado ha comprado plantas de combustible en quiebra y cientos de gasolineras, dijo, y añadió que los incendios podrían ser una forma de vengarse de las medidas del Gobierno contra el crimen organizado.
El PCC fue creado en 1993 por presos de una cárcel de máxima seguridad de Sao Paulo y pasó del narcotráfico a convertirse en la banda criminal más poderosa y temida de Brasil.
Con información de Reuters
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