Bolivia está luchando contra un número récord de incendios en los primeros siete meses del año, según mostraron el jueves datos satelitales, mientras las llamas obligan a personas a huir de sus pueblos dejando a su paso animales carbonizados.
La falta de combustible y la escasez de diésel en todo el país están complicando aún más las tareas de lucha contra los incendios, ya que dificultan el acceso a zonas remotas y el combate contra las llamas, de acuerdo a organizaciones benéficas locales.
Bolivia registró unos 17.000 puntos de fuego entre enero y julio, la mayor cantidad jamás vista en ese período, según datos de la agencia brasileña de investigación espacial Inpe.
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Los puntos de incendio han batido récords mensuales durante tres meses consecutivos hasta julio, según Inpe, que vigila toda Sudamérica.
El continente se prepara para una intensa temporada de incendios, ya que la sequía provocada por el cambio climático ha secado la vegetación en gran parte de la región. Lo peor de la estación seca está por llegar, y los incendios hasta ahora son una fracción de lo que normalmente se ve en el pico de agosto y septiembre, según muestran los datos del Inpe.
Algunos de los mayores incendios se han producido en el extremo oriental de Bolivia, una región dominada por los bosques de hoja seca y el Pantanal, el mayor humedal del mundo.
En Roboré, un pueblo de la región de Santa Cruz gravemente afectado por las llamas de julio, las imágenes mostraban animales quemados a lo largo de las carreteras y pobladores huyendo de espesas columnas de humo.
"Salí corriendo como pude de aquí y por suerte pude salvarme", dijo un agricultor de Roboré, que había escapado de un tractor en llamas y no dio su nombre.
El pueblo se encuentra a unos 200 kilómetros del parque nacional del Gran Chaco, hogar de jaguares y guanacos, y está rodeado de granjas donde se cría ganado y se cosechan cultivos como maíz y arroz.
El alcalde del pueblo, José Díaz Ruiz, dijo que los niveles del embalse llevaban dos meses bajando.
"No ha llovido", dijo. "El fuego ha consumido nuestros bosques", agregó.
La escala de los incendios en Bolivia aumentó enormemente en julio. Los grandes incendios con emisiones visibles en imágenes de satélite empezaron a reportarse el 18 de julio, según datos recopilados por la organización sin fines de lucro Conservación Amazónica.
Según Natalia Calderón, directora de la organización sin fines de lucro Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN-Bolivia), el cambio climático está adelantando el inicio de la estación seca, que suele ir de julio a octubre.
Cambios en los regímenes de lluvias, fuertes vientos y la sequía hacen que las llamas se propaguen más rápidamente y duren más tiempo.
Del otro lado de la frontera, Brasil lucha contra los incendios en el Pantanal, que han quemado una superficie récord en lo que va de año. La selva amazónica brasileña también ha registrado el mayor número de incendios desde 2005.
Venezuela, Guyana y Surinam también han registrado el mayor número de incendios en los siete primeros meses del año, según datos de Inpe.
La destrucción del medio ambiente en Bolivia ha aumentado en los últimos años y en 2023 ocupará el tercer lugar en cuanto a pérdida de bosques tropicales primarios, después de Brasil y la República Democrática del Congo.
Los incendios suelen seguir a la deforestación en la región, ya que los agricultores desbrozan la tierra para dedicarla a pastura para el ganado o a cultivos.
El viceministro de Defensa Civil de Bolivia, Juan Carlos Calvimontes, dijo que las autoridades habían advertido a ganaderos y agricultores que tuvieran cuidado con el uso del fuego dadas las condiciones.
El gobierno nacional no respondió a una solicitud de Reuters para comentar las causas. Calderón y otros ecologistas advirtieron del peligro de sobredimensionar el papel de la agricultura, afirmando que los incendios para la eliminación de residuos y la calefacción doméstica también fueron un factor.
Con información de Reuters
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