Al menos dos personas murieron a causa de los incendios forestales que asolaron el centro y el norte de Portugal el lunes, obligando a las autoridades a evacuar pueblos, cerrar autopistas y pedir a la Unión Europea que envíe más aviones bombarderos de agua.
La situación era más peligrosa en el distrito noroccidental de Aveiro, donde un incendio forestal alcanzó las afueras de la localidad de Albergaria-a-Velha y quemó varias casas, según el alcalde.
Más de 1.100 bomberos combatían ese fuego y otros tres en los alrededores. La policía cerró un tramo de la principal autopista entre Lisboa y Oporto mientras una densa humareda cubría la zona.
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La policía informó que había hallado los restos de un hombre que al parecer trabajaba para una empresa forestal cercana. En la misma zona, otra persona murió de un ataque al corazón al acercarse el fuego, y dos personas estaban hospitalizadas con heridas graves, según el servicio de protección civil.
Las autoridades dijeron que habían desplegado 12 aviones antincendio en ese distrito y que estaban luchando contra al menos 20 fuegos en todo el país.
El Gobierno solicitó ocho aviones más a la Comisión Europea en el marco del mecanismo de protección civil de la UE conocido como RescEU.
Dos llegaron de España y se esperaban otros dos de Francia, dijo a Reuters un portavoz del Ministerio del Interior. Grecia anunció que enviaría dos aviones Canadair CL-415.
El comandante nacional de emergencias y protección civil, André Fernandes, declaró que la situación probablemente empeoraría en medio de unas condiciones inusualmente secas y ráfagas de viento de hasta 70 km/h.
Fernandes tenía previsto mantener el estado de alerta roja especial en todo el territorio continental de Portugal.
El alcalde de Albergaria-a-Velha, Antonio Loureiro, declaró a la prensa que el fuego había calcinado cuatro casas y amenazaba a otras 20 en el perímetro industrial y residencial de esta localidad de unos 25.000 habitantes.
Las temperaturas superaron los 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit) en todo el país durante el fin de semana y el lunes, y se esperaba que se mantuvieran altas hasta el martes.
Portugal y la vecina España han registrado menos incendios de lo habitual tras un comienzo de año lluvioso. Pero ambos siguen siendo vulnerables a las condiciones cada vez más calurosas y secas que los científicos achacan al calentamiento global.
Con información de Reuters