Un triunfante Trump vuelve a la Casa Blanca e inicia una nueva era de convulsión

20 de enero, 2025 | 04.20

Donald Trump jurará el cargo de presidente de Estados Unidos el lunes, dando paso a otro turbulento mandato de cuatro años con promesas de llevar al límite el poder ejecutivo, deportar a millones de inmigrantes, lanzar represalias contra sus enemigos políticos y transformar el papel de Estados Unidos en la escena mundial.

La toma de posesión de Trump completa un regreso triunfal para un político que sobrevivió a dos juicios de destitución, una condena por delito grave, dos intentos de asesinato y una acusación por intentar anular su derrota electoral en 2020.

La ceremonia tendrá lugar a mediodía (1700 GMT) en el interior de la Rotonda del Capitolio de EEUU, cuatro años después de que una turba de partidarios de Trump irrumpiera en el símbolo de la democracia estadounidense en un infructuoso intento de impedir la derrota de Trump en 2020 ante el demócrata Joe Biden. La toma de posesión se trasladó al interior por primera vez en 40 años debido al frío extremo.

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Trump, el primer presidente de Estados Unidos desde el siglo XIX que logra un segundo mandato tras perder la Casa Blanca, ha dicho que indultará "el primer día" a muchas de las más de 1.500 personas acusadas en relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Esa promesa forma parte de un aluvión de medidas ejecutivas en materia de inmigración, energía y aranceles que Trump pretende firmar tan pronto como el lunes después de jurar el cargo. En un mitin de campaña celebrado el domingo en Washington, Trump prometió imponer duras restricciones a la inmigración en su primer día.

Al igual que hizo en 2017, Trump entra en el cargo como una fuerza caótica y perturbadora, prometiendo remodelar la administración federal y expresando un profundo escepticismo sobre las alianzas lideradas por Estados Unidos que han dado forma a la política global posterior a la Segunda Guerra Mundial.

El expresidente regresa a Washington envalentonado tras ganar el voto popular nacional a la vicepresidenta Kamala Harris por más de 2 millones de votos gracias a una oleada de frustración de los votantes por la persistente inflación, aunque aun así se quedó justo por debajo del 50%. En 2016, Trump ganó el Colegio Electoral —y la presidencia— a pesar de recibir casi 3 millones de votos menos que Hillary Clinton.

Jeremi Suri, historiador presidencial de la Universidad de Texas en Austin, comparó la época actual con finales del siglo XIX, cuando Grover Cleveland se convirtió en el único otro presidente en ganar mandatos no consecutivos. Al igual que ahora, dijo, aquella fue una época de agitación, en la que los avances industriales transformaron la economía, la desigualdad de la riqueza se disparó y la proporción de estadounidenses inmigrantes alcanzó un máximo histórico.

"De lo que realmente estamos hablando es de una economía fundamentalmente diferente, un país fundamentalmente diferente en términos de su composición racial, social y de género, y como país estamos luchando para averiguar lo que eso significa", dijo. "Es un momento existencial".

Trump disfrutará de mayorías republicanas en ambas cámaras del Congreso que han sido purgadas casi por completo de cualquier disidente intrapartidista. Sus asesores han esbozado planes para sustituir a los burócratas no partidistas por leales elegidos a dedo.

Incluso antes de tomar posesión de su cargo, Trump estableció un centro de poder rival en las semanas posteriores a su victoria electoral, reuniéndose con líderes mundiales y causando consternación al especular en voz alta sobre hacerse con el control del canal de Panamá, tomar el control de Groenlandia —territorio de Dinamarca, un aliado de la OTAN— e imponer aranceles a los mayores socios comerciales de Estados Unidos.

Su influencia ya se ha dejado sentir en el anuncio la semana pasada de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás. Trump, cuyo enviado se unió a las negociaciones en Qatar, había advertido del elevado coste para Hamás si no liberaba a sus rehenes antes de la toma de posesión.

Trump afirmó durante la campaña que pondría fin a la guerra entre Rusia y Ucrania en su primer día, pero sus asesores han reconocido que cualquier acuerdo de paz llevará meses.

A diferencia de 2017, cuando ocupó muchos altos cargos con institucionalistas, Trump ha priorizado la lealtad sobre la experiencia al nombrar a un grupo de controvertidos miembros del gabinete, algunos de los cuales son críticos abiertos de las agencias que han sido designados para dirigir.

También cuenta con el respaldo del hombre más rico del mundo, Elon Musk, que gastó más de 250 millones de dólares para ayudar a Trump a salir elegido. Otros líderes tecnológicos multimillonarios que han tratado de ganarse el favor de la administración entrante, como Jeff Bezos, de Amazon, Mark Zuckerberg, de Meta, Sundar Pichai, de Alphabet, y Tim Cook, de Apple, se unirán a Musk para asistir a la ceremonia del lunes, según Reuters y otros medios.

Con información de Reuters