En medio de los incesantes ataques del presidente Javier Milei hacia la provincia de La Rioja, se dio a conocer un estudio económico donde se indica que la provincia de Ricardo Quintela es una de las provincias con menor presión fiscal en todo el país, en contraposición a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Tierra del Fuego y La Pampa, que se ubican como los tres distritos con mayor presión fiscal.
Así lo detalla un informe publicado por el economista Fernando Marull, el cual calculó el monto que se paga en relación con la cantidad de habitantes y determinó un ranking. En este sentido, en la medición del Impuesto de Ingresos Brutos, La Rioja es la quinta provincia que menos presión tributaria ejerce, siendo superada por Santiago del Estero, Corrientes, Formosa y San Juan, respectivamente. Por otra parte, CABA, Neuquén y Tierra del Fuego son los distritos que más presión ejercen en esta área.
Con respecto al Impuesto Automotor, La Rioja ocupa el puesto 12, mientras que en el Impuesto Inmobiliario se ubica como la séptima provincia que menos presión ejerce. Cabe destacar que esta enumeración se realiza sobre un total de 24 distritos, incluyendo a CABA.
En este sentido, cabe destacar que en todos los gravámenes La Rioja se encuentra por debajo del promedio nacional que se cobra y la presión tributaria que eso genera, incluso con el Impuesto de Ingresos Brutos, el cual es el impuesto que mayor cantidad de recursos aporta a las arcas provinciales.
De acuerdo a las cifras publicadas en el informe mensual que elabora la Dirección General de Ingresos Provinciales (DGIP), en febrero la provincia recaudó $5.498.707.336 mientras que en el mismo mes del año pasado había percibido $1.454.706.655 a través de sus impuestos. Esta diferencia determinó una suba interanual del 278%.
La caída de las recaudaciones
La recaudación de recursos tributarios alcanzó $ 7.249.314 millones, con una variación interanual de 240,9%, 14 puntos por debajo de la inflación registrada en enero y en donde se relevó la actividad económica (254%). Se verificó una fuerte caída en los impuestos relacionados a la actividad económica interna. Según el último reporte de la AFIP, el Impuesto al Valor Agregado Impositivo aumentó 238,3%, en tanto que el IVA Aduanero se incrementó en 408,2%. El desplome del primera índice marca la fuerte contracción del consumo.
El Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) evidenció la pérdida de bolsillo para los trabajadores en su conjunto escaló a $1,13 billones de pesos en diciembre (incluye sector privado registrado y no registrado, y sector público) lo que implicó $390.202.000.000 de pérdida directa de recaudación fiscal por Aportes y Contribuciones, a lo que se suma el efecto en la recaudación que provoca la caída del consumo asociada a la caída salarial.