Si vivís en Argentina, seguro escuchaste hablar del Impuesto a la Ganancia. Este tributo, regulado por la Ley de Impuesto a las Ganancias (LIG), alcanza tanto a personas físicas como a empresas y sociedades que generan ganancias durante el año fiscal.
Si bien el Impuesto a la Ganancia puede tener un impacto significativo en tus finanzas personales o empresariales, existen estrategias que puedes implementar para maximizar tus deducciones fiscales. ¡Preparate para tomar el control de tus finanzas personales y empresariales!
¿Qué es el Impuesto a la Ganancia?
La LIG, sancionada en 1965, es la normativa que regula la tributación de las ganancias obtenidas por personas físicas y jurídicas en la Argentina. Establece las bases imponibles y las alícuotas que deben aplicarse para el cálculo del impuesto a las ganancias, así como también las deducciones y exenciones que se pueden aplicar para reducir la carga fiscal.
El Impuesto a las Ganancias, el tributo regido por esta norma, es una fuente de financiamiento del Estado para invertir en servicios públicos, como la educación o la salud. Además, la aplicación de alícuotas progresivas permite que los contribuyentes con mayores ingresos paguen una proporción mayor de impuestos que aquellos con menores ingresos.
¿Cuánto es el Impuesto a la Ganancia 2023 y a quiénes alcanza?
Desde el 1 de enero de 2023, el mínimo no imponible del Impuesto a la Ganancia es de aproximadamente 404.000 pesos de salario bruto, es decir, un sueldo neto de 335.372 pesos. Esto significa que si tus ingresos mensuales no superan ese monto, vas a estar exento de pagar el impuesto. En el caso de los trabajadores en relación de dependencia, el impuesto a la ganancia se retiene de manera directa y automática de su salario mensual.
Si tus ingresos superan el mínimo no imponible, el impuesto a la ganancia se calcula aplicando una escala progresiva. Esto significa que a medida que aumentan tus ingresos, también aumenta la alícuota del impuesto a pagar. En el año 2023, la alícuota más alta para personas físicas es del 35%. Pero no te preocupes, existen deducciones que pueden ayudarte a reducir el impacto de este tributo.
Es importante mencionar que el Impuesto a la Ganancia también se aplica a las empresas y sociedades. En estos casos, la alícuota general es del 30% y se aplica sobre la totalidad de las ganancias obtenidas durante el período fiscal.
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Deducciones: ¿cómo reducir el impacto del Impuesto a la Ganancia?
Existen varias estrategias que puedes implementar para reducir el impacto del Impuesto a la Ganancia en tus finanzas personales. Una de ellas es aprovechar las deducciones fiscales que ofrece la ley.
La declaración de las deducciones sirve para los gastos que puedan ser descontados de la base imponible con límites. Esto incluye las cargas familiares por cónyuge o hijos, gastos de vivienda, alquileres, médicos y seguros, gastos por movilidad, indumentaria laboral y otros.
Supongamos que una persona tiene un salario bruto de 450.000 pesos y, al aplicar la nueva escala del impuesto a las ganancias, debería descontar 30.228 pesos de su salario. Esto significa que estaría pagando el 8,1% de su sueldo neto en impuestos.
Sin embargo, si esta persona declara tener dos hijos menores a su cargo, su carga fiscal se reduciría y tendría que pagar 20.672 pesos en impuestos, lo que equivale al 5,5% de su sueldo neto. Si además de los dos hijos, esta persona también deduce a su cónyuge, la carga fiscal sería aún menor, alcanzando los 12.221 pesos, el 3,3% de su salario.
A través de la regulación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Impuesto a la Ganancia alcanza tanto a personas físicas como a empresas y sociedades que generan ganancias durante el año fiscal. En este sentido, es fundamental contar con información clara y precisa sobre este tributo, así como conocer las diferentes opciones y herramientas disponibles para reducir la carga fiscal. De esta manera, es posible cumplir con las obligaciones tributarias y, al mismo tiempo, optimizar las finanzas personales.