El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández deberá pasar décadas en prisión cuando un juez estadounidense lo condene el miércoles por haber sido declarado culpable de delitos relacionados con drogas y armas de fuego.
Hernández, de 55 años, se enfrenta a una pena mínima obligatoria de 40 años de prisión después de que un jurado de Manhattan determinara que aceptó millones de dólares en sobornos para proteger cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos pertenecientes a traficantes que en su día proclamó públicamente combatir.
Los fiscales federales han instado al juez de distrito Kevin Castel a que condene a Hernández a cadena perpetua, para enviar un mensaje a otros traficantes y a sus cómplices en el Gobierno.
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"Sin políticos corruptos como el acusado, el tipo de narcotráfico internacional a gran escala de que se trata en este caso y la violencia desenfrenada relacionada con las drogas que le sigue, es difícil, si no imposible", escribieron los fiscales el lunes.
Hernández dirigió Honduras, un aliado de Estados Unidos en Centroamérica, de 2014 a 2022.
Su abogado Renato Stabile instó a Castel a imponer no más de 40 años, llamando a eso efectivamente una sentencia de por vida, y dijo que Hernández continuaría luchando contra su condena.
"El Sr. Hernández hizo más para combatir el narcotráfico en Honduras que cualquier otro presidente hondureño antes o después", escribió Stabile.
La audiencia de sentencia comienza a las 1500 GMT en el tribunal federal de Manhattan.
Hernández está encarcelado en Brooklyn desde su extradición desde Tegucigalpa en abril de 2022.
Con información de Reuters
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