Las baterías de los buscapersonas explosivos que llegaron al Líbano a principios de año, parte de un complot israelí para diezmar a Hezbolá, tenían características muy engañosas y un talón de Aquiles.
Los agentes que construyeron los buscapersonas diseñaron una batería que ocultaba una pequeña pero potente carga de explosivo plástico y un novedoso detonador invisible a los rayos X, según una fuente libanesa con conocimiento de primera mano de los buscapersonas, y fotos de desmontaje del paquete de baterías vistas por Reuters.
Para superar el punto débil -la ausencia de una historia de fondo plausible para el nuevo y voluminoso producto- crearon tiendas, páginas y mensajes falsos en Internet que pudieran engañar los controles y revisiones de Hezbolá, según una recopilación de Reuters de los archivos de la web.
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El sigiloso diseño de la bomba buscapersonas y la cuidadosamente elaborada tapadera de la batería, ambos descritos aquí por primera vez, arrojan luz sobre la ejecución de una operación de años que asestó un golpe sin precedentes al enemigo libanés de Israel, respaldado por Irán, y puso a Oriente Medio más cerca de un conflicto regional.
Una fina lámina cuadrada con seis gramos de explosivo plástico de tetranitrato de pentaeritritol (PENT o pentrita) blanco se introdujo entre dos celdas de batería rectangulares, según la fuente libanesa y las fotos.
El espacio restante entre las celdas de la batería no podía verse en las fotos, pero estaba ocupado por una tira de material altamente inflamable que actuaba como detonador, dijo la fuente.
El sándwich de tres capas estaba insertado en una funda de plástico negro y encapsulado en una carcasa metálica del tamaño aproximado de una caja de cerillas, de acuerdo a las fotos.
Según la fuente y dos expertos en bombas, el montaje era inusual porque no se basaba en un detonador miniaturizado estándar, normalmente un cilindro metálico. Los tres hablaron bajo condiciones de anonimato.
Al carecer de componentes metálicos, el material utilizado para desencadenar la detonación tenía una ventaja: al igual que los explosivos plásticos, no se detectaba con rayos X.
Tras recibir los localizadores en febrero, Hezbolá buscó la presencia de explosivos, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto, pasándolos por los escáneres de seguridad de los aeropuertos para ver si activaban las alarmas. No se detectó nada sospechoso.
Es probable que los artefactos estuvieran preparados para generar una chispa dentro del paquete de baterías, suficiente para encender el material detonante y hacer explotar la lámina de PENT, dijeron los dos expertos en explosivos, a quienes Reuters mostró el diseño del busca-bomba.
Dado que los explosivos y el envoltorio ocupaban aproximadamente un tercio del volumen, el paquete de baterías transportaba una fracción de la potencia acorde con sus 35 gramos de peso, dijeron dos expertos en baterías.
"Hay una cantidad significativa de masa no contabilizada", dijo Paul Christensen, experto en baterías de litio de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido.
En algún momento, Hezbolá se dio cuenta de que la batería se agotaba más rápido de lo esperado, según la fuente libanesa. Sin embargo, el tema no parecía plantear grandes problemas de seguridad: el grupo seguía entregando los localizadores a sus miembros hasta horas antes del atentado.
El 17 de septiembre, miles de buscapersonas explotaron simultáneamente en los suburbios del sur de Beirut y otros bastiones de Hezbolá, en la mayoría de los casos después de que los dispositivos emitieron un pitido, indicando un mensaje entrante.
Según testigos de Reuters, muchas de las víctimas trasladadas al hospital presentaban heridas en los ojos, dedos perdidos o agujeros en el abdomen, lo que indicaba su proximidad a los dispositivos en el momento de la detonación. En total, el atentado con buscapersonas, y un segundo al día siguiente que activó walkie-talkies armados, causaron 39 muertos y más de 3.400 heridos.
Dos fuentes de seguridad occidentales afirmaron que la agencia de inteligencia israelí Mossad dirigió los ataques con los buscapersonas y walkie-talkie.
Reuters no pudo determinar dónde se fabricaron los dispositivos. La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que tiene autoridad sobre el Mossad, no respondió a una solicitud de comentarios.
El Ministerio de Información libanés y un portavoz de Hezbolá no quisieron hacer comentarios para este artículo.
Israel no ha negado ni confirmado su participación. Al día siguiente de los atentados, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, elogió los "impresionantes" resultados del Mossad en comentarios que fueron ampliamente interpretados en Israel como un reconocimiento tácito de la participación de la agencia.
Funcionarios estadounidenses han dicho que no fueron informados de la operación con antelación.
PUNTO DÉBIL
Desde fuera, la fuente de alimentación del localizador parecía una batería de iones de litio estándar, como las que se usa en miles de productos electrónicos de consumo.
Sin embargo, la batería, etiquetada como LI-BT783, tenía un problema: al igual que el localizador, no existía en el mercado.
Así que los agentes israelíes crearon una historia desde cero.
Hezbolá tiene rigurosos procedimientos de adquisición para comprobar lo que compran, dijo a Reuters un exagente de inteligencia israelí que no participó en la operación del localizador.
"Quieres asegurarte de que si buscan (información), encuentran algo", dijo el exespía, que pidió no ser mencionado. "No encontrar nada no es bueno".
La creación de historias de fondo, o "leyendas", para agentes encubiertos ha sido durante mucho tiempo una habilidad fundamental de las agencias de espionaje. Lo que hace inusual la trama de los buscapersonas es que esas habilidades parecen haberse aplicado a productos electrónicos de consumo omnipresentes.
En el caso de los buscapersonas, los agentes engañaron a Hezbolá vendiendo el modelo creado a medida, AR-924, bajo una marca taiwanesa de renombre ya existente, Gold Apollo.
El presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, dijo a la prensa un día después del ataque que una antigua empleada, Teresa Wu, y su "gran jefe, llamado Tom", se pusieron en contacto con él hace unos tres años para hablar de un acuerdo de licencia.
Hsu dijo que apenas tenía información sobre el jefe de Wu, pero que les concedió el derecho a diseñar sus propios productos y comercializarlos bajo la marca Gold Apollo, de amplia difusión.
Reuters no pudo establecer la identidad del directivo, ni si la persona o Wu trabajaban a sabiendas con la inteligencia israelí.
El presidente dijo que no le impresionó el AR-924 cuando lo vio, pero aun así añadió fotos y una descripción del producto al sitio web de su empresa, lo que contribuyó a darle visibilidad y credibilidad. No había forma de comprar directamente el AR-924 en su sitio web.
Hsu dijo que no sabía nada de la capacidad letal de los localizadores ni de la operación más amplia para atacar a Hezbolá. Describió su empresa como una víctima de la trama.
Gold Apollo no quiso hacer más comentarios. Las llamadas y mensajes enviados a Wu no obtuvieron respuesta. No ha hecho declaraciones a los medios de comunicación desde los atentados.
"CONOZCO ESTE PRODUCTO"
En septiembre de 2023, se añadieron páginas web e imágenes con el AR-924 y su batería a apollosystemshk.com, un sitio web que decía tener licencia para distribuir productos Gold Apollo, así como el robusto localizador y su voluminosa fuente de alimentación, según una revisión de Reuters de registros y metadatos de Internet.
El sitio web indicaba la dirección en Hong Kong de una empresa llamada Apollo Systems HK. No existe ninguna empresa con ese nombre en la dirección ni en los registros corporativos de Hong Kong.
Sin embargo, Wu, la empresaria taiwanesa, incluyó el sitio web en su página de Facebook y en los registros públicos de constitución cuando registró una empresa llamada Apollo Systems en Taipéi este año.
Una sección del sitio apollosystemshk.com dedicada a la LI-BT783 hace hincapié en el extraordinario rendimiento de la batería. A diferencia de las baterías desechables que alimentaban los buscapersonas de generaciones anteriores, presumía de 85 días de autonomía y podía recargarse mediante un cable USB, según el sitio web y un video promocional de 90 segundos en YouTube.
A finales de 2023, dos tiendas de baterías aparecieron en línea con la LI-BT783 en sus catálogos, según Reuters. Y en dos foros en línea dedicados a las baterías, los participantes hablaron de la fuente de energía, a pesar de su falta de disponibilidad comercial: "Conozco este producto", escribió un usuario llamado Mikevog en abril de 2023. "Tiene una gran hoja de datos y un gran rendimiento".
Reuters no pudo establecer la identidad de Mikevog.
El sitio web, las tiendas en línea y las discusiones del foro llevan el sello distintivo de un esfuerzo de engaño, dijeron a Reuters el exoficial de inteligencia israelí y dos oficiales de seguridad occidentales. Los sitios web han sido borrados de la red desde que las bombas buscapersonas causaron estragos en el Líbano, pero todavía se pueden ver copias archivadas y en caché.
Tras recordar el día en que compraron los buscapersonas, los dirigentes de Hezbolá afirmaron que habían puesto en marcha investigaciones internas para comprender cómo pudo ocurrir el fallo de seguridad e identificar posibles topos.
El grupo había cambiado a los buscapersonas a principios de año tras darse cuenta de que las comunicaciones por teléfono móvil se veían comprometidas por las escuchas israelíes, informó antes Reuters.
Las investigaciones de Hezbolá han ayudado a descubrir cómo los agentes israelíes utilizaron una táctica de venta agresiva para asegurarse de que el responsable de adquisiciones de Hezbolá eligiera el AR-924, dijo una de las personas familiarizadas con el asunto.
El vendedor que transmitió la oferta hizo una propuesta muy barata para los localizadores, "y siguió bajando el precio hasta que se vio arrastrado", dijo la persona.
Las autoridades libanesas han condenado los atentados como una grave violación de la soberanía del Líbano. El 19 de septiembre, en su último discurso público antes de ser asesinado por Israel, el líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dijo que las explosiones de los dispositivos podían equivaler a una "declaración de guerra" y prometió castigar a Israel.
Hezbolá e Israel llevan intercambiando disparos desde el 8 de octubre de 2023, cuando el grupo militante comenzó a lanzar cohetes contra posiciones militares israelíes en solidaridad con su aliado palestino Hamás.
Tras los ataques con artefactos, Israel ha lanzado una guerra total contra Hezbolá, que incluye una invasión terrestre del sur de Líbano y ataques aéreos que han matado a la mayoría de sus principales líderes.
La investigación interna de Hezbolá sobre el atentado con buscapersonas, aún en curso, sufrió un revés el 28 de septiembre: once días después de la explosión de los artefactos, el alto cargo de Hezbolá encargado de dirigir la investigación sobre las adquisiciones, Nabil Kaouk, murió en un ataque aéreo israelí.
(Contribución de Laila Bassam en Beirut, Anthony Deutsch en Ámsterdam, Ben Blanchard en Taipei, James Mackenzie en Jerusalén. Edición en español de Javier López de Lérida)