Hombres armados lanzaron nuevos ataques contra la ciudad haitiana de Arcahaie, informaron el miércoles medios de comunicación locales, mientras las familias lloraban a las víctimas de una masacre de hace unos días antes en una localidad agrícola a unos 60 kilómetros al norte.
Los residentes de Arcahaie, conocida como la cuna de la bandera haitiana, han estado pidiendo refuerzos de seguridad por los ataques de los miembros de la banda Canaan de Jeff Larose, informaron varios medios haitianos.
La policía no respondió inmediatamente a una petición de Reuters para que hiciera comentarios.
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La banda de Larose controla los alrededores de la autopista que conecta la capital con el norte de Haití. El año pasado, sus hombres abrieron fuego contra decenas de feligreses protestantes que protestaban contra la violencia. Más tarde difundieron imágenes en las que aparecían golpeando y torturando a los miembros secuestrados en la protesta.
El país caribeño se enfrenta a un conflicto de bandas cada vez más grave que está agravando la catastrófica escasez de alimentos y suministros médicos. Más de 700.000 personas han huido de sus hogares y más de 5 millones pasan hambre, casi la mitad de la población.
Las Naciones Unidas aprobaron hace un año el despliegue de una fuerza de seguridad para ayudar a la policía a restablecer el orden, pero hasta ahora solo se ha desplegado una pequeña parte de los miles de efectivos prometidos y solo han ingresado 85 millones de dólares en un fondo específico.
En tanto, las bandas han seguido ganando territorio.
La semana pasada, miembros de la banda Gran Grif de la región agrícola de Haití atacaron la ciudad de Pont-Sonde durante la noche. Un alcalde local dijo a los periodistas que al menos 115 personas murieron en el ataque, durante el cual hombres armados fueron puerta por puerta disparando a los residentes sin encontrar resistencia policial.
Con información de Reuters
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