Las fuerzas israelíes se adentraron el martes en el campamento de Jabalia, en el norte de Gaza, arrasando barrios residenciales con bombardeos aéreos y de tanques, según los residentes, mientras que los ataques aéreos israelíes mataron al menos a cinco personas en la ciudad meridional de Ráfah.
Los asaltos israelíes simultáneos en los extremos norte y sur de la Franja de Gaza este mes han provocado un nuevo éxodo de cientos de miles de personas que huyen de sus hogares, y han restringido drásticamente el flujo de ayuda, aumentando el riesgo de hambruna.
En Jabalia, un extenso campo de refugiados construido para civiles desplazados hace 75 años, el ejército israelí utilizó excavadoras para desalojar tiendas y propiedades cerca del mercado local, según los residentes, en una operación militar que comenzó hace casi dos semanas.
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Israel dijo que había vuelto al campo, donde había afirmado haber desmantelado Hamás hace meses, para impedir que el grupo miliciano que controla Gaza reconstruyera allí sus operaciones militares.
Las autoridades sanitarias y el Servicio Civil de Emergencias de Gaza dijeron que decenas de cadáveres seguían atrapados bajo los escombros de las casas y en las carreteras de Jabalia, pero los equipos de rescate no han podido llegar hasta ellos.
"Israel está destruyendo el campo sobre las cabezas de la gente, los bombardeos no cesan, y el mundo pide que entren más alimentos en Gaza. Queremos salvar vidas, no comida extra", dijo Abu El-Nasser, residente de Jabalia, que huyó a la cercana ciudad de Gaza.
Más de 35.000 palestinos han muerto en la guerra, que se encuentra ya en su octavo mes, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Al menos otros 10.000 están desaparecidos y se cree que están atrapados bajo edificios destruidos, afirma.
Israel intenta erradicar a Hamás después de que milicianos del grupo irrumpieran en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
La guerra ha devastado el superpoblado enclave costero, destruyendo casas, escuelas y hospitales, y creando una grave crisis humanitaria.
En un resumen de su actividad militar durante el último día, las Fuerzas de Defensa israelíes declararon que habían desmantelado "unos 70 objetivos terroristas" en toda la Franja de Gaza, incluidos complejos militares, depósitos y almacenes de armas, lanzamisiles y puestos de observación.
Residentes y autoridades sanitarias afirmaron que los tanques israelíes asediaban por tercer día el hospital al-Awda de Jabalia, y abrieron fuego contra el hospital Kamal Adwan, de la cercana localidad de Beit Lahiya, según los médicos.
En el norte, un ataque aéreo contra una casa de Jabalia mató, al menos, a tres personas durante la noche. En el sur, los ataques aéreos mataron a tres niños en una casa de Jan Yunis y, al menos, a cinco personas, entre ellas tres niños, en una vivienda de Ráfah.
Al este de Jan Yunis, los residentes dijeron que estaban huyendo de la ciudad de Khuzaa después de que las tropas israelíes iniciaran una incursión limitada en el borde oriental del territorio, arrasando la valla fronteriza.
"Bombardean por todas partes, la gente huye presa del pánico. Ha sido una incursión sorprendente", dijo a Reuters por teléfono un residente de Khuzaa cuando él y su familia se marchaban.
Israel sigue adelante con sus operaciones en Ráfah, en el extremo sur de Gaza, donde más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del territorio habían buscado refugio tras ser desplazados de zonas situadas más al norte.
La UNRWA, la principal agencia de las Naciones Unidas en Gaza, calculaba hasta el lunes que más de 800.000 personas habían huido desde que Israel comenzó a atacar la ciudad fronteriza a principios de mes, a pesar de las peticiones internacionales de moderación ante la preocupación por las víctimas civiles.
Israel ha prometido continuar con el asalto a Ráfah para acabar con lo que dice que son los cuatro batallones restantes de combatientes de Hamás escondidos allí.
El ejército israelí dijo que el día anterior había "identificado a un terrorista que disparaba proyectiles de mortero contra las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel", aunque no se informó de heridos. Afirmó haber eliminado al enemigo con un ataque aéreo y haber localizado cohetes y material militar adicional en la zona.
Con información de Reuters
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