En los últimos 20 años, la provincia de Formosa se puso como objetivo producir bovinos con genética de excelencia adaptada al subtrópico. En la actualidad, la raza Brangus, considerada la "raza del futuro", se cría en los campos formoseños y atrae la visita de técnicos de todas partes del mundo para formarse en la cría de estos bovinos.
Días atrás, un grupo de técnicos de la Asociación Angus-Brangus, provenientes de Colombia, visitaron la Estancia El Bagual, ubicada en el sudeste de la provincia. El Brangus de dicha estancia atrajo a los técnicos colombianos por ser un animal adaptado al trópico, funcional, que trabaja en condiciones extremas y, al mismo tiempo, tiene carne y calidad racial a nivel mundial.
Los técnicos viajaron hasta Formosa para capacitarse y luego transmitir los conceptos a sus ganaderos: investigaron cómo se viene direccionando la raza en Argentina y qué tipos de cruzas se realizan, para luego replicarlo en sus países de origen, con el objetivo de que sus bovinos tengan mejores índices productivos y mayor adaptación.
Cabe destacar que la genética ganadera argentina siempre fue un referente obligado para otros países productores de carne. Sin embargo, con una raza Brangus ya consolidada, estancias formoseñas como El Bagual han recibido pasantes de los últimos años de agronomía, veterinaria o zootecnia de distintas universidades del mundo, quienes buscan capacitarse en el mejoramiento genético bovino para lograr especímenes rústicos y funcionales en sus países de origen.
El Bagual: un modelo de ganadería sustentable
La estancia El Bagual combina actividad productiva, bienestar social y conservación de la naturaleza, debido a que está emplazada en una reserva ecológica de unas 3.400 hectáreas. Se trata de un espacio asociado al uso productivo, en este caso la ganadería sustentable, a partir de un modelo de conservación voluntaria en tierras privadas. La reserva se ubica en la ecorregión del Gran Chaco Sudamericana, la más grande en el continente después del Amazonia.
En sus inicios, El Bagual buscó la constante mejora y selección del plantel de 3.200 madres de la estancia. Una vez que alcanzaron el techo productivo en lo que a cantidad de terneros se refiere, por la capacidad de carga del establecimiento, comenzaron a elevar el valor del kilo producido. La permanente incorporación de genética y la selección de los resultados obtenidos, llevó a que la estancia conforme una nutrida oferta de animales superiores, para ser comercializados a otros establecimientos ganaderos.