El Senador de Formosa por La Libertad Avanza (LLA), Francisco Paoltroni, negó la problemática alimentaria que está viviendo el país y aseguró que en Argentina "no hay hambre". Cabe destacar que según la UCA, 6 de cada 10 menores son pobres y sufren problemas alimentarios.
En diálogo Diario La Mañana, el libertario sostuvo: “No vamos a comer lo que queremos, no, obviamente que no podemos comer lo que queremos porque no se tiene el poder adquisitivo. No me puedo comer un asado todos los fines de semana”.
Del mismo modo, se refirió a Formosa y señaló que los casos de hambre que conoció en su provincia "fueron aquellos casos de padres adictos que dejaron a sus criaturas a la deriva”. Por último, aseguró que "los favorables indicadores de la macroeconomía están llegando a la gente".
En ese contexto, el Defensor del Pueblo de la provincia, José Leonardo Gialluca, cruzó al Legislador y manifestó que expuso una “opinión altamente inmoral”. “El hambre se ha convertido en una Política de Estado para el nuevo Gobierno Nacional que, junto al Ministerio de Capital Humano, únicamente distribuyen pequeños stock de recursos y mercaderías a través de Cáritas y la AMIA, discontinuando la entrega de alimentos como el PNUD -Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-, que auxiliaban a miles de comedores en todo el territorio argentino”, agregó.
A su vez, expresó que “pretender comprometer a los ‘padres adictos’, del hambre de sus hijos, nos permite afirmar que existen legisladores como el citado, ‘que olvidan el sufrimiento y las carencias que atraviesan diariamente millones de familias, que día a día son excluidas de la pobreza para pasar a ser indigentes, lo que constituye una inmoralidad muy grande que acaricia la ignorancia y por lo que esperamos que se entienda de una vez por todas que la comida, la salud, la educación, la seguridad en todos sus ámbitos, no debe ser ideologizada”.
La política formoseña contra el hambre
Con un Gobierno Nacional que cada vez ajusta más a los trabajadores, licúa los salarios y recorta en distintas áreas, la pobreza en todo el país sigue siendo uno de los principales motores en los problemas alimentarios que afronta Argentina. Ante esta situación, el Modelo Formoseño (como lo llaman los propios habitantes de la provincia) se posiciona como una de las alternativas más sólidas para ponerle freno a la malnutrición, al mismo tiempo que se incentiva la producción interna para contribuir al desarrollo económico nacional.
Una de las políticas insignias de la provincia es la de Soberanía Alimentaria, la cual se originó durante la pandemia con el objetivo de poner puntos fijos de venta de alimentos para la población, donde pudieran cumplir con las normas de cuidados estipuladas para evitar contagios de COVID-19.
Entre los principales productos de calidad entregados a precios económicos a la población se encuentran cortes cárnicos, frutas, lácteos, harinas, aceite, huevos, pan, verduras, hortalizas y cereales.
Del mismo modo, se contempla a los sectores más vulnerables de la sociedad para garantizarles un módulo alimentario a través del Plan Nutrir. Esta entrega de alimentos se basa en módulos alimentarios que se realiza cada 15 días a los sectores más vulnerables de la población formoseña.
Del mismo modo, cabe destacar que estos bolsones de alimentos son completamente gratuitos con productos de familias paipperas. Además, los módulos contienen una selección estratégica de alimentos propuesta por distintos nutricionistas para que las familias puedan acceder de manera correcta a los nutrientes necesarios para una vida sana.