El nuevo gobierno de Francia está abierto a endurecer las leyes de inmigración, según indicó el miércoles bajo la presión del ultraderechista Agrupación Nacional (RN) tras la detención de un varón marroquí sospechoso del asesinato de una estudiante de 19 años en París.
El partido RN de Marine Le Pen ha dicho en las últimas semanas que se reservaba el derecho a retirar su apoyo tácito al gabinete del primer ministro Michel Barnier si no se abordaban sus preocupaciones sobre la inmigración y otras cuestiones, afirmando que el destino del gobierno estaba en sus manos.
"Es hora de que este gobierno actúe: nuestros compatriotas están enfadados y no se contentarán con palabras", declaró el martes por la noche el jefe de RN, Jordan Bardella, sobre el asesinato de Philippine, de 19 años, acusando al Estado de ser demasiado blando en materia de seguridad.
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"La vida de Philippine le fue robada por un migrante marroquí objetivo de una OQTF (obligación de abandonar Francia)", declaró en la plataforma X de las redes sociales.
El partido RN de Marine Le Pen adquirió estatus de tomador de decisiones al mostrar su apoyo a una nueva coalición entre centristas y conservadores, después de unas elecciones de julio en las que el gobierno centrista del presidente Emmanuel Macron sufrió grandes pérdidas.
El cuerpo de Philippine fue encontrado enterrado en un parque de París el sábado, informaron medios franceses como Le Parisien. Los mismos medios dijeron que el sospechoso, un marroquí de 22 años, fue detenido en Suiza el martes por la noche.
El miércoles por la mañana, poco más de 12 horas después de que Bardella señalara la indignación pública por el asesinato, el nuevo ministro del Interior, Bruno Retailleau, declaró: "Si hay que cambiar las reglas, cambiémoslas".
"Ante una tragedia así, precedida de muchas otras, no podemos limitarnos a condenarla o indignarnos", declaró Retailleau en un comunicado. "Nos corresponde a nosotros, responsables públicos, (...) actualizar nuestra legislación, para proteger a los franceses".
Retailleau, del partido conservador Los Republicanos, ya había señalado que es probable que Francia vea medidas de inmigración y seguridad mucho más duras para reflejar un amplio giro a la derecha en la sociedad.
La legisladora ecologista Sandrine Rousseau advirtió contra la posibilidad de que la extrema derecha utilice el asesinato para "difundir su odio racista".
El sospechoso iba a ser expulsado de Francia tras cumplir condena por violación, según el diario Le Monde y la cadena de televisión BFM, y había sido enviado el 20 de junio a un centro de detención para inmigrantes ilegales a la espera de su expulsión.
Un juez le puso en libertad el 3 de septiembre, cuando el proceso de expulsión se estaba atascando en retrasos administrativos, con la condición de que se presentara periódicamente ante la policía y se alojara en un hotel concreto, según los medios de comunicación franceses.
Tres días después, se completaron los trámites para expulsarlo, pero el hombre había desaparecido, dijeron.
Con información de Reuters