La población de flamencos que reside en la Reserva Nacional Los Flamencos en el altiplano del norte de Chile está disminuyendo y los científicos tratan de descubrir a dónde se han ido estas aves de patas largas y plumas rosadas.
Descubrir su recorrido y posibles nuevos lugares de conservación, es lo que busca un proyecto del Zoológico Nacional chileno, en Santiago, que también apunta a generar información sobre el frágil hábitat de los flamencos que también es escenario de actividades mineras críticas, como la del litio.
"La cantidad de flamencos que vemos es mucho menor que hace dos años y eso solamente considerando lo que nosotros hemos estudiado en dicha zona", declaró Guillermo Cubillos, encargado de Conservación e Investigación del zoológico, señalando que el año pasado detectaron entre 100 y 150 ejemplares, contra un rango de entre 15 y 20 este año.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Amenazas como el cambio climático, la explotación minera, en este caso lo que tiene que ver con el litio, potencialmente se constituye en una amenaza directa a esta especie y a sus hábitat", añadió.
Las aves son muy sensibles a cualquier alteración en su entorno, incluido el sonido de los camiones y otras actividades humanas, dijo Cubillos, explicando que ambientes como las lagunas altiplánicas y los humedales alto andinos donde viven estas aves son sistemas "muy frágiles".
Para saber dónde van los flamencos, Cubillos y los científicos las atrapan y les instalan transmisores satelitales para rastrear sus movimientos y así detectar los sitios en que se alimentan, se reproducen y conocer cómo usan su entorno.
Esos datos se utilizarán para proponer sitios de conservación y dirigir esfuerzos hacia las tres especies de flamencos que habitan el área, explicó el biólogo.
"El espíritu del proyecto, del programa de conservación de los flamencos, también apunta a entregar información bajo evidencia científica para la toma de decisiones sobre el uso del territorio", añadió Cubillos, destacando que el área es sensible tanto para la minería como la biodiversidad.
Con información de Reuters
Cerrar sesión