Un incendio en la provincia costera occidental turca de Esmirna, avivado por fuertes vientos, se encuentra cerca de zonas residenciales, lo que ha obligado a evacuar a algunas personas, informó el viernes el gobernador local, mientras los bomberos intentaban también contener otros incendios en el norte.
El incendio de Esmirna comenzó a última hora del jueves en el distrito de Karsiyaka por causas desconocidas, mientras los bomberos ya trabajaban para contener otros tres incendios en el noroeste de Turquía.
El gobernador de Esmirna, Suleyman Elban, dijo que el fuego en Karsiyaka continuaba en entre cuatro y cinco zonas diferentes a pesar de los esfuerzos por contenerlo con aviones, helicópteros y otros vehículos, y añadió que un pueblo había sido evacuado.
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"La intervención está siendo difícil, ya que se encuentra muy cerca de zonas residenciales. Hasta ahora no ha habido víctimas mortales", dijo Elban. "Tenemos información de que algunas casas se quemaron. Como ahora hay vientos de hasta 80 kilómetros por hora, a menudo tenemos que detener la intervención aérea", dijo, y añadió que los esfuerzos se intensificarían si los vientos amainaran.
Las imágenes difundidas por las emisoras locales mostraban las llamas envolviendo extensiones de terreno, acercándose a edificios de apartamentos y carreteras en Karsiyaka, con humo negro ondeando sobre los bosques y la ciudad.
Los incendios en el noroeste de Turquía se han declarado en el distrito de Eceabat, en la provincia de Canakkale, en el distrito de Goynuk, en la provincia de Bolu, y en el distrito de Gordes, en la provincia de Manisa.
A primera hora del viernes, el ministro de Agricultura y Silvicultura, Ibrahim Yumakli, dijo que el incendio de Canakkale –provocado por un poste eléctrico al borde de una carretera– había sido controlado y que el de Manisa estaba parcialmente controlado. En Bolu se sigue intentando sofocar el incendio.
Advirtió de un alto riesgo de incendios en los próximos tres días debido a las altas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos.
Los gobernadores de las provincias de Canakkale y Bolu dijeron que varios barrios o pueblos habían sido evacuados por precaución, pero que no había amenaza inmediata para las zonas residenciales.
Las regiones costeras de Turquía, en particular, se han visto asoladas en los últimos años por incendios, a medida que los veranos se han vuelto más calurosos y secos, lo que los científicos relacionan con el cambio climático.
Con información de Reuters
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