La totalidad de las fórmulas lácteas infantiles incumplen las normativas nacionales de etiquetado, según un relevamiento difundido por la Fundación Sanar y publicado en la revista especializada World Nutrition, en el que se destaca que las principales infracciones son "la presencia de menciones o declaraciones nutricionales y/o de salud y textos e imágenes que idealizan la utilización del producto".
El relevamiento fue realizado entre junio de 2022 y febrero de 2023 con el fin de evaluar el grado de cumplimiento de las normativas vigentes en Argentina, tanto por parte de las empresas como de las agencias estatales encargadas de garantizar y fiscalizar la calidad de productos considerados sucedáneos de la leche humana.
En la Argentina se consideran sucedáneos a las preparaciones para lactantes o fórmulas de inicio y de continuación (para bebés de 0 a 12 meses), cualquier alimento sólido o líquido dirigido a lactantes menores de 6 meses y leches modificadas o de crecimiento para niños y niñas de 12 a 24 meses, detalló la fundación a través de un comunicado.
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La Fundación consideró a los resultados como "preocupantes" dado que el 100% de los sucedáneos de leche humana evaluados "incumplen la normativa nacional de etiquetado", se informó en un comunicado.
Según se desprende del estudio, entre los motivos más frecuentes de incumplimiento se destaca "la presencia de menciones o declaraciones nutricionales y/o de salud, textos e imágenes que idealizan la utilización del producto y de invitaciones a contactarse con la empresa".
Así como también "la omisión de frases obligatorias, su modificación o ubicación y tamaño que minimiza su presencia".
En tanto, el análisis de la publicidad digital reveló que los productos más publicitados fueron las leches modificadas para niños a partir del año, comercializadas con el número 3, constituyendo una forma de promoción cruzada de toda la línea.
Es decir que, "al tener los productos el mismo nombre y los envases ser prácticamente idénticos, estos anuncios publicitan también las fórmulas para lactantes identificadas con los números 1 y 2 de manera engañosa", aseguró el organismo.
Y detalló que "las publicidades destacaban las menciones nutricionales presentes en el etiquetado, aludían a la leche humana para crear una falsa imagen de equivalencia, incluían apelaciones a un supuesto respaldo de profesionales de la salud".
En este contexto Sanar pidió a las autoridades a "tomar medidas para abordar estos hallazgos y garantizar la adecuada protección de la salud de los más vulnerables".
Laura Piaggio, parte del equipo de trabajo "Promoción y Protección de la Lactancia Humana" de Fundación Sanar e investigadora principal del estudio, señaló que el incumplimiento generalizado muestra "la importancia de mejorar las prácticas en la industria, su fiscalización y la necesidad de una mayor conciencia pública sobre el derecho a información adecuada y veraz para que la toma de decisiones sobre la alimentación infantil esté libre de presiones comerciales y mensajes abusivos".
Con información de Télam