Protestas por respuesta a inundaciones interrumpen visita del rey a un barrio afectado de Valencia

03 de noviembre, 2024 | 10.51

Cientos de vecinos de un barrio de Valencia especialmente afectado por las mortales inundaciones de esta semana protestaron el domingo durante la visita del rey Felipe II y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y algunos les arrojaron barro.

Al grito de "¡asesinos, asesinos!" desahogaron su rabia contenida por lo que los residentes locales han percibido como alertas tardías de las autoridades sobre los peligros de la tormenta del martes y las inundaciones en la región de Valencia, y luego una lenta respuesta de los servicios de emergencia cuando se produjo el desastre.

"Se sabía y nadie hizo nada por evitarlo", le dijo un joven al rey, que insistió en quedarse a hablar con la gente pese a la agitación, mientras el presidente se había retirado. En un momento de la visita al afectado barrio de Paiporta, Felipe sostuvo en su hombro a un hombre que lloraba.

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El gobierno central ha dicho que emitir alertas a la población es responsabilidad de las autoridades regionales. Las autoridades valencianas aseguran que actuaron lo mejor que pudieron con la información de que disponían.

Sánchez dijo el sábado que cualquier posible negligencia se investigará más adelante.

El número de víctimas mortales dejado por las peores inundaciones repentinas de la historia moderna del país ascendió el domingo a 217, casi todas ellas en la Comunidad Valenciana y más de 60 sólo en Paiporta.

Decenas de personas están en paradero desconocido, mientras que unos 3.000 hogares siguen sin electricidad, según las autoridades.

Miles de efectivos militares y policiales se sumaron a las labores de socorro durante el fin de semana, en la mayor operación de este tipo llevada a cabo en España en tiempos de paz. Las inundaciones arrasaron calles y plantas bajas de edificios y arrastraron autos en mareas de lodo.

La tragedia es ya la peor catástrofe europea relacionada con inundaciones en un solo país desde 1967, cuando al menos unas 500 personas murieron en Portugal.

(Reporte adicional de Ana Cantero; escrito por Andrei Khalip; editado en español por Carlos Serrano)