El partido independentista catalán Junts presentó el lunes una medida en la Cámara Baja para instar al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a someterse a una moción de confianza, lo que pone aún más en aprietos al frágil Gobierno en minoría, que depende del respaldo de Junts para aprobar leyes.
Junts, que se enfrentó a Madrid en 2017 en un intento fallido de declarar la independencia de Cataluña, ha demostrado ser un socio espinoso para el ejecutivo liderado por los socialistas, argumentando que Madrid está infrainvirtiendo de forma crónica en la región del noreste y renegando de algunas de las concesiones que había prometido.
"(Sánchez) contó con nuestros votos para ser presidente, que dé la cara", dijo en rueda de prensa el líder de Junts, Carles Puigdemont, que vive en un exilio autoimpuesto en Bélgica.
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"Hemos registrado una iniciativa para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza."
Constitucionalmente, solo el jefe del Gobierno puede decidir si pide una moción de confianza en la Cámara Baja, en la que necesitaría mayoría simple. El procedimiento es distinto de la moción de censura, que en España exige que el partido que la presenta presente un candidato alternativo al primer ministro y se asegure la mayoría absoluta.
En conversación con corresponsales extranjeros en Madrid, Sánchez dijo que no tenía "ni intención, ni necesidad" de someterse a una moción de confianza, que solo se ha celebrado dos veces desde el retorno del país a la democracia en 1978.
Sin embargo, la iniciativa de Junts se debatirá a principios de 2025 y se espera que el conservador Partido Popular y el ultraderechista Vox la respalden, lo que garantizaría su aprobación.
Aun así, Sánchez —que no tiene que convocar elecciones hasta 2027— puede optar por ignorar la petición no vinculante del Congreso de los Diputados.
Puigdemont advirtió de que si Sánchez lo hiciera, se rompería la confianza de su partido en el Gobierno, dando a entender que Junts le retiraría todo su apoyo.
Los votos de Junts —al igual que los de otros partidos pequeños— son cruciales para aprobar los presupuestos del año que viene, que el Gobierno aún debe presentar al Parlamento mientras sopesa las demandas de signo contrario de sus aliados de todo el espectro político.
España ya había prorrogado este año su plan de gasto para 2023 y tendrá que hacer lo mismo al menos en los primeros meses de 2025.
Con información de Reuters