El Parlamento Europeo votó el jueves a favor de aprobar normas que permitan a los Gobiernos europeos prohibir las importaciones de gas natural licuado (GNL) ruso, impidiendo a las empresas rusas reservar capacidad de infraestructuras gasísticas.
La Unión Europea ha evitado imponer sanciones al gas ruso, del que algunos miembros dependen en gran medida.
Como solución, la nueva norma pretende establecer una vía legal para que los Gobiernos bloqueen las entregas de gas ruso a su país, aunque de momento ningún gran importador ha indicado que vaya a utilizarla.
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Las nuevas normas del mercado del gas de la UE permiten a los Gobiernos impedir temporalmente que los exportadores de gas rusos y bielorrusos pujen por capacidad en la infraestructura necesaria para suministrar gas canalizado y GNL a Europa.
Tras la invasión de Ucrania en 2022, Rusia redujo drásticamente el suministro de gas por gasoducto a Europa, reduciendo así la principal vía de abastecimiento ruso. Pero el GNL ruso sigue llegando al continente, sobre todo a través de los puertos de España, Bélgica y Francia.
Las entregas de GNL ruso a Europa aumentaron el año pasado a 22 bcm (miles de millones de metros cúbicos), desde alrededor de 16 bcm en 2021, según el análisis de la UE.
Una mayoría reforzada de países de la UE debe aprobar la norma antes de que entre en vigor, un paso que se espera que se apruebe sin cambios.
La UE ha impuesto sanciones a las importaciones marítimas rusas de petróleo y carbón. La Comisión Europea no ha propuesto sanciones al gas, que necesitan la aprobación unánime de los países de la UE. Hungría afirma que vetará la prohibición rusa de importar gas.
Con información de Reuters