Como parte de las políticas económicas del Gobierno nacional, el Proyecto de la Nueva Planta de Uranio (NPU) en Formosa, considerado crucial para el ciclo de combustibles nucleares en Argentina y de las pocas en terreno sudamericano, enfrenta hoy una paralización debido a la falta de transferencias por parte del Tesoro de la Nación. En este contexto, el exdirector de la planta y actual ministro de Educación de la provincia, Julio Aráoz, manifestó su preocupación debido al impacto que tendrá la paralización sobre la energía a nivel nacional.
En comunicación con El Destape Radio, el ministro formoseño explicó: "A través de procesos químicos esta planta permitirá purificar el mineral de uranio que viene de yacimientos mineros para darle un grado de pureza alto, que hace posible que ese polvo puro después sea procesado en el centro atómico de Ezeiza para producir pastillas que integran los elementos nucleares, que son los que se instalan en los reactores para la generación nucleoeléctrica. Esta planta que se debiera estar operando ya integra esa cadena de valor para producir nuestros propios combustibles en nuestro país".
Cabe destacar que no es la primera vez que esta planta sufre una paralización de este estilo que dificulta su puesta en marcha, ya que por primera vez se frenó durante el gobierno de Mauricio Macri, por lo que considera que se trata de un acto deliberado en contra del desarrollo de la obra. "En ese momento se interrumpió la construcción de la obra civil, tuvo un impacto financiero muy duro que se logró subsanar retomando después durante la gestión de Alberto Fernández con este proyecto, pero ya el Estado tuvo que asumir mayores costos en la ejecución del proyecto", indicó Aráoz.
"El deterioro se va a dar muy rápido y finalmente los números ya los hicimos, el secretario de Energía lo sabe, porque yo personalmente le presenté los documentos, que el proyecto ya por las interrupciones y los tráficos que ha tenido, si algún día lo podemos terminar, va a terminar siendo mucho más caro que en el proyecto inicial y va a producir la mitad, porque esto también hay que decirlo", agregó el funcionario.
Por último, Aráoz puso el peso de esta decisión sobre el oficialismo al citar al escritor Arturo Jauretche: "Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende". "Muéstrenos en Latinoamérica otros países con esas capacidades. Fabricantes de satélites y podemos seguir. Entonces es mucho más que ceguera, vienen a destruir esto que es lo que pasa con el sistema científico y tecnológico, eso es lo que están haciendo", concluyó.
La importancia del NPU
Dioxitek es la única empresa en Argentina que opera en los sectores estratégicos de producción de UO2 y Co-60. Esto la posiciona como un actor fundamental en la industria nuclear argentina, con personal altamente capacitado y tecnología avanzada. Su papel es esencial en la matriz energética del país, garantizando la estabilidad, eficiencia y sostenibilidad del sistema energético nacional. Dioxitek no solo asegura la provisión de energía limpia y confiable, sino que también es un motor clave de la innovación tecnológica en Argentina.
La Nueva Planta de Uranio (NPU) representa un avance significativo en la industria argentina y regional. Se destaca por su total digitalización de procesos, lo que implica que todas las operaciones están automatizadas y controladas digitalmente. Este enfoque permite una mayor precisión y eficiencia en la producción de UO2, asegurando la máxima calidad del combustible nuclear.
Además, el NPU adopta un enfoque de vertido líquido cero, eliminando la necesidad de desechar líquidos y minimizando el impacto ambiental. Comparada con las actuales plantas industriales en el país y la región, la NPU se posiciona a la vanguardia, ofreciendo un modelo de eficiencia, seguridad y modernización.
Actualmente, la Nueva Planta se encuentra en etapa de construcción y se ubica en una zona semirrural a 16 km de la Ciudad de Formosa, capital de la Provincia, dentro del Polo Científico, Tecnológico e Innovación.