En junio de 2024, el empleo formal en el sector privado de La Rioja sufrió una caída del 14,4% en comparación con el mismo mes del año anterior, según cifras del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTEySS), basadas en datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Esta caída implica la pérdida de 4.800 puestos de trabajo formal, en el sector privado, ya que en junio de 2023 había 33.700 trabajadores registrados, mientras que este año la cifra se redujo a 28.900.
Este descenso en el empleo registrado se inscribe en una tendencia negativa que lleva cinco meses consecutivos de bajas. Desde febrero, la pérdida de empleos ha sido constante, con caídas del 6,6% en ese mes, un 10,7% en marzo, un 9,2% en abril y un 10,5% en mayo, hasta alcanzar el 14,4% en junio. Factores como la paralización de la obra pública por el Gobierno nacional, el impacto en la construcción, los despidos en el Estado y la fuerte disminución de las ventas en el Parque Industrial y el comercio son algunas de las razones que explican esta baja significativa en la provincia.
Una caída generalizada a nivel nacional
El informe también reveló que en junio, el empleo formal en el sector privado disminuyó en 20 provincias, se mantuvo estable en una y solo tres distritos mostraron crecimiento. La Rioja se ubicó como la segunda provincia con mayor caída en el empleo formal, solo superada por Formosa, que registró un desplome del 19,7%. Otras provincias con descensos significativos fueron Tierra del Fuego (-12,3%) y Santiago del Estero (-10,5%).
En contraste, las provincias que lograron un incremento en sus niveles de empleo formal fueron Neuquén (+3,6%), Salta (+1,6%) y Río Negro (+0,6%). Además, en la comparación mensual, el empleo registrado en La Rioja disminuyó un 1,9% en junio con respecto a mayo, lo que refleja la continuidad de la tendencia a la baja en la provincia. Esto atrasa el progreso que la provincia tenía perfilado para este año, en un contexto de crisis nacional que afecta a los sectores más vulnerables.
El empleo registrado como indicador económico clave
El SIPA define como trabajador asalariado registrado a toda persona que cuenta con una Clave Única de Identificación Laboral (CUIL) y que ocupa un puesto de trabajo declarado por su empleador en el sistema de seguridad social. Este sistema incluye no solo a los empleados del sector privado, sino también a aquellos de la Administración Pública Nacional, provincial, autónomos, monotributistas y trabajadores de casas particulares.
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