El trabajo registrado en la construcción cayó un 62% en junio de 2024, comparado con el mismo mes del año anterior, según el informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC). La Rioja registró 1.112 obreros con empleo formal en el sector, mientras que en junio de 2023 la cifra era de 2.929.
Esta disminución convierte a la provincia en la segunda con la mayor caída de empleo en la construcción, solo superada por Formosa, que sufrió un descenso del 66,4%. Además, el sector acumula una tendencia negativa de 10 meses consecutivos en La Rioja.
La situación laboral
Desde septiembre del año pasado, la baja se mantuvo constante hasta junio de este año. En el primer semestre de 2024, el empleo registrado en la construcción en la provincia retrocedió un 56,3% en comparación con el mismo periodo de 2023, lo que evidencia la gravedad de la situación.
Esto marcó sin dudas el impacto se agravó luego de la paralización de la obra pública, la cual fue ideada desde el Gobierno como un plan de acción frente al gasto público. A nivel nacional, el panorama también es preocupante. El empleo formal en la construcción cayó un 21,2% en junio de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que significa que la baja en La Rioja fue casi 41 puntos porcentuales mayor a la media nacional.
Esta crisis en el sector está directamente vinculada a la paralización de la obra pública, ya que miles de argentinos trabajaban en la concreción de proyectos que tenían como destino la mejora de las condiciones de vida, de acceso y infraestructura en las provincias. A pesar de que en julio se firmó un acuerdo entre la Nación y el Gobierno provincial para reactivar una decena de obras, principalmente viales, los fondos necesarios aún no fueron enviados por la Casa Rosada.
Frente a esta situación, la provincia decidió utilizar recursos propios para reactivar algunas obras, como una forma de paliativo para que miles de riojanos puedan tener aún un trabajo formal. Esto podría generar una leve recuperación del empleo formal en los próximos meses, pero las expectativas están condicionadas por la incertidumbre en la llegada de los fondos nacionales.
El panorama en el sector de la construcción sigue desalentador. Y, aunque se esperan algunas mejoras a futuro, la realidad actual sigue afectando de manera significativa a los trabajadores y al desarrollo de proyectos clave en la provincia.