Sunak convoca elecciones desde una posición débil en Reino Unido

22 de mayo, 2024 | 15.00

Frustrado por su incapacidad para transmitir un mensaje claro a los votantes británicos, el primer ministro Rishi Sunak convocó elecciones el miércoles desde una posición de debilidad.

Sunak, de 44 años, llega a las elecciones a mucha distancia del opositor Partido Laborista en los sondeos de opinión y cada vez más dependiente de un pequeño equipo de asesores que le guíen a través de lo que se prevé que sea una campaña áspera.

El primer ministro ha tenido dificultades para controlar al gobernante Partido Conservador, y algunos legisladores ya debaten quién le sustituirá tras lo que muchos ven como una inevitable derrota electoral.

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Algunos miembros del partido dicen que su mandato ha estado marcado por la pérdida de oportunidades. Otros opinan que era el hombre equivocado para el cargo, más tecnócrata que líder.

Un miembro del Partido Conservador dijo que se había vuelto cada vez más distante. "Su equipo a menudo le deja solo en su despacho, le gusta tener su propio tiempo", dijo, bajo condición de anonimato. "Su costumbre es decirle a la gente que está equivocada, tanto a sus asesores como a los diputados".

Todo parecía muy diferente cuando el exbanquero de inversiones y exministro de Finanzas asumió el cargo hace menos de dos años, heredando una economía en crisis después de que los mercados financieros se opusieron a los planes fiscales y de gasto limitado de la efímera primera ministra Liz Truss.

Como quinto primer ministro británico en ocho años, Sunak fue reconocido inicialmente como el artífice del restablecimiento de cierta estabilidad, gracias a su prudencia fiscal, su actitud menos antagónica con la Unión Europea y su éxito en la restauración de un Gobierno de poder compartido en Irlanda del Norte.

Pero muchos de los problemas que ha intentado resolver se achacan a su propio partido, en el poder desde 2010, y le ha costado definir lo que defiende. Un legislador conservador ha dicho que es más meticuloso en los detalles que en las grandes líneas.

Muchos de sus compromisos son herencia de Boris Johnson, cuya salida como primer ministro en 2022 dejó al Partido Conservador profundamente dividido y escorando hacia la derecha.

En una reunión en marzo, Sunak trató de reunir a los legisladores con el lema de que enfrentaban la "lucha por la supervivencia", pero luego culpó rápidamente a una pequeña camarilla de miembros por "perjudicar a todos los demás", según un legislador presente en la reunión.

Sunak ha intentado varias veces cambiar la suerte del partido presentándose a sí mismo como un reformista audaz, un tecnócrata estable y ahora como alguien que "se ceñirá al plan" en lugar de "volver al punto de partida", un lugar al que, según él, los laboristas llevarán a Gran Bretaña.

Dos bajas de impuestos en el último año no lograron mover las encuestas.

UNA DIFÍCIL HERENCIA POLÍTICA

Cuando sustituyó a Truss tras sus caóticos 49 días en el poder en el otoño boreal de 2022, se enfrentó a lo que algunos políticos dijeron que era la herencia económica y política más difícil de cualquier primer ministro desde la Segunda Guerra Mundial.

Los mercados financieros estaban asustados, los niveles de deuda se disparaban y su partido estaba profundamente dividido sobre qué camino debía tomar para intentar ganarse a unos votantes cada vez más frustrados con los melodramas de los conservadores.

Volvió a nombrar ministro de Economía al veterano Jeremy Hunt, lo que devolvió cierta confianza a los mercados y parte de la reputación del partido de responsabilidad en materia económica.

El líder más joven de la historia de Gran Bretaña quería centrarse en los resultados antes de las elecciones, pero algunos de sus compañeros de partido afirman que su obsesión por los detalles a menudo obstaculiza la toma rápida de decisiones.

Las continuas críticas de legisladores conservadores desencantados no han servido para reducir el sentimiento de frustración en el despacho de Sunak en el número 10 de Downing Street por no haber recibido el reconocimiento que merecía por lo que sus partidarios consideran sus éxitos.

A medida que las tensiones en el partido empeoraban, Sunak se sentía más frustrado y aislado, rodeándose de colaboradores que habían trabajado con él desde que era ministro de Economía.

"Es un caos (en el Número 10)", dijo un asesor bajo condición de anonimato a principios de este año. "Sunak está en un búnker. Se supone que hay que centrarse en la ejecución, pero tomar decisiones es muy difícil".

Sunak, que nació en la ciudad portuaria de Southampton, en el sur de Inglaterra, en 1980, de padres de ascendencia india punjabi, está casado con la hija de un multimillonario indio y es uno de los políticos más ricos del Parlamento.

Algunos críticos afirman que su enorme riqueza personal y su costosa educación de élite le impiden identificarse con los problemas de muchos británicos. Los votantes sufren la crisis del costo de la vida, la sanidad se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia y otras infraestructuras están en ruinas.

Sunak también es objeto de críticas por varias cuestiones que el ala derecha de su partido considera que ha hecho poco por resolver: frenar la llegada de inmigrantes a través del Canal de la Mancha, recortar los impuestos de forma significativa y desafiar lo que consideran una agenda "progre" en la vida pública.

Tras capear los intentos de destituirle, Sunak, cuyos índices de aprobación son aún peores que los que tenía Truss, se presenta a las elecciones con la esperanza de poder al menos frenar la hemorragia de apoyo a los conservadores.

"Solían decir que (los conservadores) tenemos un estrecho camino hacia la victoria, pero ahora es tan estrecho que no se ve", dijo un legislador conservador bajo condición de anonimato.

Con información de Reuters