Los partidos políticos franceses se apresuran a encontrar alianzas en una carrera contrarreloj para prepararse para unas elecciones anticipadas que, según los sondeos, probablemente gane el partido de extrema derecha de Marine Le Pen.
El euro caía, al igual que las acciones y los bonos franceses, después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara las elecciones a la Cámara Baja para el 30 de junio y el 7 de julio, tras la derrota masiva de su bando en la votación del Parlamento Europeo del domingo.
La agencia de calificación Moody's advirtió del riesgo que la inestabilidad política provocada por las elecciones anticipadas suponía para el ya difícil panorama fiscal de Francia.
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La Agrupación Nacional (RN) de Le Pen encabezó el primer sondeo publicado el lunes, aunque la encuesta indicaba que el partido no alcanzaría la mayoría absoluta de los votos.
Por ello, la RN buscaba aliados para asegurarse el control del Parlamento, y algunos en partidos mayoritarios trataban de unirse para mantener a la extrema derecha fuera del poder en la segunda economía de la zona euro.
Un objetivo clave para ambos bandos son los conservadores de Les Republicains (LR), que estuvieron en el poder durante décadas, pero que ahora son una sombra de lo que fueron. Ya han perdido miembros clave en favor del partido centrista de Macron y de la extrema derecha. Algunos temen ahora que pueda implosionar.
El presidente de RN, Jordan Bardella, que ya ha dicho que estaba intentando captar más miembros de LR y que podría respaldar a algunos en las elecciones, dejó claras sus intenciones.
"Pido a Les Republicains que dejen de ser la muleta política de Emmanuel Macron", dijo en la radio RTL. "Si tienen convicciones, si aman a su país... vengan a trabajar a nuestro lado"
En el otro lado, Edouard Philippe, exmiembro de LR y anterior primer ministro de Macron, llamó a las fuerzas moderadas, desde socialistas a conservadores, a unirse.
"Tenemos que aceptar la idea de que necesitamos trabajar con otros", dijo Philippe a RTL. "Construyamos juntos algo en interés del país".
Pero el consenso de décadas en la clase política francesa de unir fuerzas para alejar a la extrema derecha de las puertas del poder, antaño sólido como una roca pero ya debilitado en los últimos años, parecía cada vez más frágil.
"¡Nunca con nosotros!", dijo en X Eric Ciotti, jefe del partido conservador Les Republicains (LR), en respuesta a los comentarios de Philippe.
El diario Le Figaro escribió que Ciotti estaba incluso abierto a alianzas locales con RN en algunas circunscripciones, algo que algunos en el partido dijeron inmediatamente que estaba descartado.
"Para mí (y para muchos diputados de LR) es impensable que pueda haber el más mínimo acuerdo, la más mínima alianza (...) con RN", dijo a Reuters Philippe Gosselin, diputado de LR.
¿IZQUIERDA NO TAN DIVIDIDA?
Mientras tanto, los divididos partidos de izquierda franceses se comprometieron a trabajar juntos y designar candidatos comunes en las elecciones, pero aún no han llegado a un acuerdo formal.
En un comunicado conjunto emitido a última hora del lunes, los socialistas, los verdes y los partidos LFI (Francia Sin Arco) y Comunista, más a la izquierda, se comprometieron a "presentar una alternativa a (el presidente) Emmanuel Macron y luchar contra el proyecto racista de la extrema derecha".
"Hay momentos en la historia que uno no tiene derecho a perderse... hace falta una acción, un electrochoque, y un primer paso será esta unión", dijo a la radio France Inter el senador de Los Verdes Yannick Jadot.
Aunque el resultado de las elecciones es difícil de predecir, una victoria no parece al alcance de la izquierda. Podrían, sin embargo, aspirar a influir en quién será nombrado primer ministro.
"Las fuerzas republicanas, por un lado, y las fuerzas extremistas, por otro, se están posicionando", dijo una fuente cercana a Macron, añadiendo que el presidente daría una conferencia de prensa el miércoles por la tarde.
El RN dice que no es racista. Pide políticas económicas proteccionistas con el lema "Francia primero" y un recorte radical de la inmigración. Limitaría las prestaciones de guardería a los ciudadanos franceses y retiraría la residencia a los inmigrantes en paro durante más de un año.
También ha propuesto un mayor gasto público, a pesar de los ya significativos niveles de deuda francesa, lo que amenaza con elevar aún más los costes de financiación de los bancos.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, pidió a los empresarios que colaboraran en la campaña contra la extrema derecha.
"Hago un llamamiento al mundo empresarial, a los empresarios, a los artesanos, a los comerciantes, a los autónomos", dijo Le Maire en la televisión BFM.
"La gente tiene que ensuciarse las manos, son las elecciones más importantes desde 1958", dijo, en referencia al inicio de la quinta república, considerada el punto de partida de la política francesa moderna.
(Información adicional de Michel Rose, Nicolas Delame, Blandine Henault y Sudip Kar-Gupta; redacción de Ingrid Melander; edición de Angus MacSwan; editado en español por Natalia Siniawski)
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